Sin duda alguna el inicio de año que está realizando Caroline Wozniacki está siendo maravilloso. La tenista danesa que está en el puesto quince del ránking WTA, caía en cuartos de final de los WTA de Auckland y Sidney, para a continuación llegar hasta la tercera ronda en el Open de Australia y sucumbir en la gran final del WTA de Dubái esta pasada semana para llegar con ganas e ilusión al WTA de Doha, donde partía como la décima cabeza de serie del evento, siendo capaz de derrotar en la primera ronda a la rusa Daria Kasatkina, para que ne la segunda ronda se tuviera que batir en duelo con la suiza Viktorija Golubic, que previamente había dejado por el camino a la turca Cagla Buyukakcay. En un duelo de poder a poder la pista número uno se vestía de gala para recibir a la suiza y a la danesa luchando por un puesto en la tercera ronda del torneo de Oriente Medio.

Wozniacki mantiene la cabeza fría

Haciendo valer su condición de décima cabeza de serie del torneo, y sin la presencia por medio de tenistas como Karolina Pliskova, Garbiñe Muguruza o Dominika Cibulkova, que ya habían caído eliminadas, Wozniacki saltaba a pista con un objetivo entre ceja y ceja: mantener las buenas sensaciones mostradas en el anterior torneo, algo que parecía cumplir a las primeras de cambio puesto que después de solventar su primer servicio con su saque conseguía romper el de Golubic para colocar el 2-0 en el electrónico y a continuación consolidar la rotura obtenida anteriormente para poner rumbo hasta el 3-0.

Ni mucho menos había dicho su última palabra tan fácilmente Viktorija, que después de conseguir sacar hacia delante su primer saque, conseguía que Caroline le entregara su primera bola de break, aprovechando la segunda para recortar distancias hasta el 3-2, pero confiarse cuando las cosas se hacen bien no fue una sabia decisión por parte de la suiza, que veía como su contrincante lograba el contrabreak que le permitía llegar hasta el 4-2, que rápidamente se convertía en un 5-3 para traspasar la presión a la raqueta de Golubic, que solventaba su saque para alargar la primera manga y obligara Wozniacki a rubricar su dominio cerrando el parcial con su set, algo que la danesa no lograba viendo como su rival le rompía el saque para poner el 5-4 en el marcador, pero tal y como ya ocurriera en el break anterior, Caroline conseguía el contrabreak que en este caso le daba la primera manga por 6-4 después de 47 minutos de partido.

Golubic planta cara pero no es capaz de conseguir dar la vuelta al partido y entrega el triunfo a Wozniacki

Tras un pequeño descanso en el que aclarar ideas, Wozniacki y Golubic regresaban a pista para disputar el segundo asalto sin que nada cambiara, puesto que la tenista danesa mantenía su inercia positiva con la que cerraba la primera manga para romper el saque de su contrincante a las primeras de cambio yendo con comodidad hasta el 3-0, con la correspondiente certificación del break obtenido en el juego anterior. Con el paso de los puntos el dominio que mostraba sobre la pista Caroline cada vez era más claro, sin que Viktorija pudiera hacer nada al respecto para evitar que la danesa dispusiera de tres nuevas bolas de rotura, aprovechando la última para colocar el 4-0 en el electrónico, quedando a un paso de cerrar el parcial.

Pero Golubic no estaba por la labor de dejar que su rival se fuera directa a por un abultado marcador, rompiendo su servicio para recortar distancias hasta el 4-1, pero tal y como ocurriera en el primera asalto, Wozniacki era capaz de sobreponerse al contratiempo sufrido obteniendo el contrabreak que le dejaba con 5-1 a su favor y su servicio para cerrar el choque. Golubic alargaría el encuentro con un nuevo break que le llevaba hasta el 5-2, pero sin ser capaz de mantener su servicio la suiza veía como su adversaria se hacía con la segunda manga por 6-2 y por ende se llevaba el partido por 6-4 y 6-2 después de una hora y cincuenta minutos.