Después de llegar hasta las semifinales del ATP 250 de Auckland y sucumbir ante el español Roberto Bautista, para a continuación firmar unos fabulosos cuartos de final en el primer Grand Slam del curso, el Open de Australia, pereciendo contra el también español Rafael Nadal, Milos Raonic se tomaba un pequeño descanso en el que no estaba la opción de participar en la Copa Davis con su país, Canadá, volviendo a la acción este pasado martes en Estados Unidos, más concretamente en el ATP 250 de Delray Beach, donde en su estreno en primera ronda partiendo como el primer cabeza de serie se tenía que batir en duelo con el qualy americano Tim Smiczek, que después de superar la fase previa ponía a prueba el nivel que tenía en su raqueta el tenista canadiense sobre la Pista Stadium del complejo deportivo en un duelo a priori desnivelado, pero que haría disfrutar al público sin ninguna duda.

Raonic no da opción a su rival

El hecho de partir como favorito en el torneo americano no implicaba que Raonic tuviera ante sí un comienzo fácil, puesto que con mucho más ritmo de competición que su contrincante, Tim Smiczek tenía ante sí la gran oportunidad de dejar fuera de juego al máximo favorito del evento y poner una gran victoria en su carrera deportiva. Pero el descanso le había sentado perfectamente a Milos, que comparecía sobre la pista con intensidad, mostrando un juego de piernas envidiable, lo cual le llevaba al canadiense a obtener una rápida rotura que le permitía colocar el 3-0 en electrónico sin que su rival pudiera hacer nada para remediarlo.

El festival de juego que imprimía Raonic sobre la pista no había hecho más que comenzar, obteniendo dos nuevas bolas de break que le llevaban raudo y veloz hasta el 4-0, que con la certificación de la rotura obtenida anteriormente colocaban al tenista canadiense con 5-0 a tan solo un juego de hacerse con la primera manga. Smiczek alargaba el primer acto con su saque para que la presión llegara a la raqueta de Milos Raonic, que sin mayores problemas era capaz de llevarse el primer set por un claro y contundente 6-1 después de tan solo veinticinco minutos de partido, quedando Tim Smiczek como un mero títere en manos del cabeza de serie número uno en Delray Beach.

Raonic baja el pistón permitiendo que Smiczek suba su nivel al resto para que al final salve los muebles

Todo cambiaba tras un pequeño descanso, y es que en la segunda manga Smiczek saltaba a pista con una mentalidad totalmente diferente, cuajando un juego mucho más agresivo obligando a Raonic a tener que estar a su mejor nivel para contrarrestar sus golpes, notándose la tranquilidad de tener un parcial en el bolsillo sin que Milos sufriera con su saque, puesto que a pesar de tener que solventar hasta cuatro bolas de rotura, no veía muestras claras de que Tim fuera capaz de quebrarle el saque realmente en ningún momento.

Hasta el cuatro iguales ambos mantuvieron su servicio, pero en ese mismo instante Milos Raonic subió su nivel al resto, logró obtener su primera bola de quiebre para romper el servicio de su contrincante colocando el 5-4 en el marcador, siendo capaz de llevarse la segunda manga por 6-4 al consolidar el break obtenido anteriormente, y por ende se hacía con el segundo parcial por 6-1 y 6-4 después de tan solo cincuenta y seis minutos de partido en la Pista Stadium, mostrándose sólido para acceder a la segunda ronda del torneo americano, donde se tendrá que batir en duelo con el joven croata Borna Coric, que ha dejado en la cuneta previamente al colombiano Santiago Giraldo.