Ni mucho menos está siendo el comienzo de año soñado por parte de Angelique Kerber, y es que tras caer en los cuartos de final del WTA de Brisbane, no pasar de la segunda ronda en el WTA de Sidney, perecer en una triste cuarta ronda en el Open de Australia y por último no superar su primer partido en el WTA de Doha en segunda ronda, la tenista alemana dejaba a un lado sus malas sensaciones para llegar con ganas e ilusión al WTA de Dubái teniendo entre ceja y ceja el asalto al número uno que tiene en su poder Serena Williams. En Dubái la germana conseguía dejar en la cuneta en su primer partido a su compatriota Mona Barthel, citándose en tercera ronda con la puertorriqueña Mónica Puig, quien previamente había logrado vencer a la kazaja Yaroslava Schvedova y la francesa Caroline García. El duelo estaba servido en la reedición de la pasada final de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 donde Puig se llevó el gato al agua en detrimento de su rival en Dubái, donde sin duda alguna las cosas podrían cambiar por completo tras lo visto meses atrás en la ciudad caríoca. 

Kerber saca el ciclón que lleva dentro

Como no podía ser de otra manera, en un duelo de poder a poder entre dos tenistas duras de roer el nivel era alto, pero haciendo valer su condición de máxima favorita al triunfo, Kerber daba un paso hacia delante rápidamente que dejaba fuera de juego a Puig, siendo incapaz de solventar su servicio la puertorriqueña para ver como su adversaria cogía velocidad hasta llegar al 4-2.

El vendaval de juego que imprimía la cabeza de serie número uno sobre la pista no había hecho más que comenzar, y es que la alemana se sentía como en casa contrarrestando los pobres intentos de Mónica, que a pesar de contar con un amplio repertorio de golpes se encontraba siempre con la respuesta de Kerber, que lograba disponer de dos nuevas bolas de break para ser capaz de colocar el 5-2 en el electrónico. Sin ningún problema al no temblarle el pulso con su servicio la alemana lograba cerrar el primer parcial por 6-2 sin que Puig fuera capaz de hacer nada para frenar a su rival.

Mónica Puig no consigue terminar de crear peligro a Kerber, que avanza a la siguiente ronda fácilmente

El hecho de contar con una manga de ventaja no provocaba que Kerber bajara el ritmo de juego, regresando a la pista viendo como las sensaciones de Puig no cambiaban en absoluto, siendo la puertorriqueña un mero títere en manos de su adversaria al entregar una rotura a las primeras de cambio en favor de la cabeza de serie número de uno, que sin problema alguno llegaba hasta el 3-1 desde el que controlar el resto del partido a las mil maravillas.

Tras un par de juegos de tranquilidad, donde ambas contendientes al triunfo solventaban su servicios sin mayores problemas, el segundo set llegaría al 5-3 disponiendo Angelique del resto para buscar hacerse con el encuentro, provocando que los nervios aparecieran en el juego de Puig, que concedía la primera bola de partido a la alemana para que esta se llevara el segundo acto por 6-3 y por ende cerrara el choque por 6-2 y 6-3 después de una hora y cinco minutos para acceder a los cuartos de final del WTA de Dubái, donde se tendrá que batir en duelo con Ana Konjuh, que previamente se ha deshecho de la china Shuai Zheng, la australiana Samantha Stosur y la rusa Elena Vesnina.