Ni mucho menos está siendo el comienzo de año soñado por parte de Angelique Kerber, y es que tras caer en los cuartos de final del WTA de Brisbane, no pasar de la segunda ronda en el WTA de Sidney, perecer en una triste cuarta ronda en el Open de Australia y por último no superar su primer partido en el WTA de Doha en segunda ronda, la tenista alemana dejaba a un lado sus malas sensaciones para llegar con ganas e ilusión al WTA de Dubái teniendo entre ceja y ceja el asalto al número uno que tiene en su poder Serena Williams. En Dubái la germana conseguía dejar en la cuneta en su primer partido a su compatriota Mona Barthel, para a continuación imponerse a la puertorriqueña Mónica Puig siendo por último la croata Ana Konjuh su víctima antes de llegar a las semifinales donde se tenía que batir en duelo con la ucraniana Elina Svitolina, quien anteriormente se imponía a Saisai Zheng, Christina McHale y Lauren Davis.

Svitolina domina a placer

Con un duelo de poder a poder por delante, tras tan solo dos puntos y dos minutos de partido la lluvia hacía acto de presencia para que se tuviera que suspender el partido por el momento. Tras un pequeño parón regresaron a pista Kerber y Svitolina para disputar el primer parcial, apuntándose fácilmente ambas tenistas su primer servicio para que a continuación, con 1-1 en el marcador, Svitolina subiera su nivel al resto, rompiendo el saque de la alemana para irse hasta el 2-1, siendo capaz de consolidar un juego después el quiebre obtenido anteriormente para colocar el 3-1 en el luminoso.

A partir de ahí Elina controlaría los puntos a su antojo, aprovechando que ni mucho menos Kerber estaba a su mejor nivel, siendo incapaz la alemana de dominar desde el fondo de pista para que se terminara llegando en la primera manga al 5-3, cuando Angelique cedía dos bolas de set a Svitolina para que la ucraniana se llevara el primer asalto por 6-3 cogiendo una importante ventaja en el partido para buscar la gran final del torneo. Elina no daba opciones a su adversaria, yéndose a su banquillo corriendo, mostrando una intensidad que contrarrestaba con la continua apatía que transmitía Kerber desde el fondo de pista.

Los problemas físicos condenan a Kerber, que batalla para morir en la orilla y entregar la victoria a Svitolina

Tras una primera parte de altibajos, donde finalmente Svitolina consiguió ponerse en ventaja en el partido, la segunda manga se ponía en marcha con una Kerber totalmente diferente, quebrando el servicio de su rival a las primeras de cambio para poner el 0-1 en el marcador, siendo incapaz de consolidar la rotura obtenida para que Svitolina se viniera arriba, no solo recuperando el break sufrido, sino que además obtenía uno más que le llevaba hasta el 3-1. En la locura de roturas Kerber no daba su brazo a torcer recuperando el quiebre sufrido para que a continuación reclamara la presencia de la asistencia médica en pista, aquejada de unos continuos problemas en su rodilla.

Tras regresar de nuevo a pista Angelique mostró de nuevo su versión más errática, viendo como Elina le quebraba una vez más su saque para irse hasta el 4-2, pero como gran luchadora que es y sobre todo, número dos del mundo y primera cabeza de serie, Kerber no se dejaría llevar, tirando de coraje y orgullo para que dejando a un lado sus problemas físicos se viniera arriba rompiendo el servicio de su rival para poner el 5-5 en el marcador. Una vez empezó a jugar a su mejor nivel Angelique fue totalmente superior a su adversaria, pero tras quebrarle de nuevo el saque para colocar el 5-6 a su favor, la alemana no era capaz de cerrar el segundo parcial viendo como la ucraniana recuperaba el break llegando al 6-6 donde el tie break aparecía para dilucidar qué tenista era merecedora de llevarse el segundo set. Sin problema alguna Elina Svitolina se llevaba el desempate por 7-3 para hacerse con el segundo parcial por 7-6 (3), y por ende se hacía con el partido por 6-3 y 7-6 (3) después de una hora y cuarenta minutos accediendo a la gran final del torneo, donde se batirá en duelo este sábado con la danesa Caroline Wozniacki.