Después de llegar hasta las semifinales del ATP 250 de Auckland y sucumbir ante el español Roberto Bautista, para a continuación firmar unos fabulosos cuartos de final en el primer Grand Slam del curso, el Open de Australia, pereciendo contra el también español Rafael Nadal, Milos Raonic se tomaba un pequeño descanso en el que no estaba la opción de participar en la Copa Davis con su país, Canadá, volviendo a la acción este pasado martes en Estados Unidos, más concretamente en el ATP 250 de Delray Beach, dejando en la cuneta en su andadura en el evento al qualy americano Tim Smiczek y al croata Borna Coric para plantarse en cuartos de final, donde al otro lado de la red comparecía el británico Kyle Edmund, octavo cabeza de serie del torneo americano que previamente se había deshecho del francés Adrián Mannarino y el tenista de Taipéi Yen-Hsun Lu. El duelo estaba servido en el tercer partido de los cuartos de final del torneo de Delray Beach en la Pista Stadium.

Edmund da la sorpresa

Como no podía ser de otra manera, en un duelo de poder a poder entre los cabezas de serie número uno y ocho del torneo americano, Raonic y Edmund comparecían sobre la pista mostrando un gran nivel sin que ninguno de ellos pudiera crear peligro al resto de su rival, hasta que con empate a tres en el marcador, Kyle daría un paso más adelante, obteniendo sus dos primeras bolas de rotura del choque para que en su segunda tentativa fuera capaz de quebrar el servicio de Milos para colocar el 3-4 en el electrónico.

A continuación y sin ningún problema al ponerse rápidamente con 40-0 a favor, el tenista británico consolidaba la rotura obtenida anteriormente para poner el 3-5 en el luminoso quedando a tan solo un juego de llevarse la primera manga. Raonic como buen luchador solventaría su servicio para traspasar la presión a la raqueta de Kyle Edmund, quien tenía que sacar hacia delante su servicio si quería llevarse la primera manga. Con un aplastante 40-0 el británico controlaba a las mil maravillas el juego que le permitía cerrar el primer asalto por 4-6 después de tan solo treinta y cuatro minutos de partido en la Pista Stadium.

Raonic quiebra en el momento exacto para lograr llevarse la segunda manga forzando el tercer parcial

Tras un pequeño descanso en el que aclarar ideas y sobre todo, descansar, ambos tenistas regresaban a pista para disputar la segunda manga, donde Raonic debería dar un paso adelante para remontar el choque, mientras que Edmund tendría por delante una segunda manga en la que intentar certificar su triunfo.

La igualdad sería la tónica que marcaría sin ninguna duda los primeros compases del segundo parcial, hasta que con 4-3 Raonic subiera su nivel al resto, empezando a crear peligro ante el potente juego de Kyle, que no controlaba el poderío de su adversario, siendo capaz el canadiense de aprovechar su primera bola de rotura para colocar el 5-3 quedándose a tan solo un juego de cerrar el segundo set. Haciendo valer su condición de máximo favorito al título Milos no tenía problemas para solventar su saque llevándose la segunda manga por 6-3 para que el choque se tuviera que decidir en el tercer y último parcial.

Raonic solventa el duro escollo

Con las espadas en todo lo alto siendo el tercer parcial el encargado de decidir qué tenista era merecedor de llevarse el partido, tanto Raonic como Edmund comenzaban a batallar por un puesto en las semifinales con intensidad. Raonic no estaba por la labor de dejar que su contrincante comenzara con comodidad el tercer asalto, por lo que levantando un 40-15 en contra el canadiense disponía de su primera bola de rotura del parcial, la cual le llevaba hasta el 1-0 a las primeras de cambio, el cual transformaba en 2-0 con la consolidación de la rotura.

De ahí en adelante tanto Raonic como Edmund lograban solventar sus saques con suma facilidad hasta que Milos conseguía poner el 5-3 en el electrónico para estar a tan solo un juego de llevarse el partido. Kyle Edmund sacaba hacia delante su saque recortando distancias, pasando la presión a la raqueta de Milos Raonic, que cerraba el tercer parcial por 6-4, y por ende se hacía con la victoria por 4-6, 6-3 y 6-4 después de una hora y treinta y nueve minutos de partido.