El cabeza número siete del torneo, y tras la sorpresa inicial de Wawrinka dejando la pista central y a Dubai sin el actual campeón, le tocaba el turno al galo Pouille. Después de perder la final de Marsella frente a Tsonga, llegaba a este debut en uno de sus mejores momentos y así se demostró en menos de una hora, donde derrotó al joven checo, que en ningún momento daba muestras de peligro.

El encuentro empezó de forma placida para Lucas con dos breaks muy rápidos a base de golpes largos, con derechas cruzadas y buscando puntos rápidos desde un servicio que hoy si, era fiable.

Después del 1-1 inicial, llegaba el break tras los primeros nervios del checo en el tercer ATP 500 de la temporada. Con la confirmación en su servicio y de nuevo, una nueva rotura para dejar el marcador 4-1 para el número 15 del mundo. Aunque, Lucas se relajó provocando un contrabreak que hacía subir la moral del jugador checo, volvía un nuevo break ya que el servicio de Pavlasek era inofensivo para los intereses de Pouille. Se acababa el set con un primer 6-2 en un abrir y cerrar de ojos.

Después del descanso entre set, empezaba una segunda manga con Pavlasek intentando dar más guerra pero se mantenía la tónica del primer set al fallar con el segundo servicio de manera que Lucas encontraba bolas de rotura muy pronto para volver a desequilibrar el set.

Tras la consolidación Lucas se iba en el marcador de nuevo con 3-1. Pouille sentía muy buenas sensaciones y eso se notaba en cada golpe desde el último break. Después de la última rotura, un servicio de Pavlasek que conseguía salvar para mantenerse vivo..pero ahí se acababa su andadura en Dubai. Tres juegos consecutivos (con un nuevo break incluido) ponía el cierre con otro 6-2 y se metía en octavos de final el jugador galo donde se verá las caras con el rumano Copil (124 de la ATP).

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