Fernando Verdasco volverá a disputar una final de un ATP 500 cinco años después. El madrileño, actual número 35 del mundo, derrotó en la primera semifinal del torneo de Dubái al holandés Robin Haase, número 66 del ránking ATP, en un encuentro muy igualado pero en el que la calidad del tenista español terminó imponiéndose en un tercer set en el que el madrileño mostró su mejor versión de la temporada. 

Verdasco mantuvo su agresividad durante todo el encuentro: 40 golpes ganadores por 27 errores no forzados​La igualdad en el cara a cara entre ambos (tres victorias para cada uno) se vio reflejada durante todo el choque. Verdasco tenía la iniciativa en la mayoría de los puntos pero Haase se defendía a las mil maravillas a la contra. El holandés comenzó mandando en el marcador al romper en el primer juego del partido el saque del madrileño. Verdasco mantuvo su agresividad y tuvo su premio en el sexto juego, cuando consiguió, en su quinta oportunidad, equilibrar de nuevo el marcador (3-3) con su primer 'break' del partido. El primer parcial terminaría decidiéndose en una muerte súbita que fue una continuación de lo visto anteriormente. Verdasco siempre mantuvo la iniciativa y terminó llevándose el tie break por 7-5 merced a un extraordinario golpe ganador con su derecha. Una vez más, el 'drive' del madrileño marcó la diferencia con hasta 13 golpes ganadores. 

Haase reacciona pero Verdasco arrasa en el tercero 

En el segundo set se repitió el inicio del primero pero esta vez con final diferente. Haase volvió a adelantarse en el marcador por 4-1 para inmediatamente reaccionar Verdasco, que sumó tres juegos seguidos y puso el empate a cuatro. Pero el madrileño daba la sensación de ir más forzado que su rival y en el duodécimo juego acabó cediendo su servicio y con ello el set por 7-5. Dos derechas en carrera de Haase pusieron al holandés con dos bolas de set al resto. Verdasco salvó la primera con su derecha pero en la segunda su revés cruzado se fue al pasillo de dobles. El partido se iba al tercer y definitivo set. 

Mañana Verdasco disputará la final número 22 de su carrera y buscará su octavo título ATP, el segundo en la categoría 500El encuentro llegaba a su fase decisiva y ahí vimos probablemente el mejor set de Fernando Verdasco en lo que lleva de temporada. El madrileño fue un ciclón sobre la pista, desde el primer punto hasta el último. Con la derecha, con el revés y en carrera, daba igual. El pupilo de Emilio Sánchez Vicario se soltó definitivamente y no dio opción a un Haase al que no le quedó más remedio que rendirse al tremendo nivel que desplegó su rival durante este último set. Y por si fuera poco, el madrileño demostró también una fortaleza mental y una autoridad que hacía mucho que no se veía en la pista. El resultado, un contundente 6-1 en poco más de veinte minutos y la vuelta a una final de un ATP 500 cinco años después. La alegría y la rabia con la que Verdasco celebró el triunfo dejaban a las claras la importancia que tenía este partido para el tenista español. 

Y no es para menos. Como ya se ha señalado anteriormente, desde Acapulco 2012 (cayó ante su compatriota David Ferrer), Verdasco no se plantaba en una final de un ATP 500. Su rival saldrá del choque entre el número uno del mundo y primer cabeza de serie, el escocés Andy Murray, y el francés Lucas Pouille, séptimo favorito del cuadro. Sea quien sea el rival, está claro que no será fácil pero viendo el último set y el torneo, en general, que está realizando el madrileño, invitan a pensar que todo es posible de cara a mañana.