Gael Monfils quiere volver al top-10 y colocarse nuevamente como el jugador de su país. Esa condición, que ha ostentado hasta que su compatriota Jo-Wilfried Tsonga ganó los torneos de Rotterdam y Marsella consecutivamente, vuelve a esta en manos de Monfils tras la sorpresiva derrota de Tsonga ante Fognini en la segunda ronda de Indian Wells.

A pesar de que en la siguiente ronda, su rival tiene gran dificultad, ya que es el austriaco Dominic Thiem. Monfils tiene la posibilidad de avanzar bastante en este cuadro, ya que la eliminación del británico Andy Murray ha abierto mucho el torneo y cualquier jugador puede llegar lejos si está en un buen momento de forma, algo que el francés parece estar demostrando, si se tiene en cuenta la facilidad con la que ha despachado a su rival de hoy.

Partido ganado en un visto y no visto

A pesar de que John Isner se ha caracterizado por ser un jugador que maravilla en los Masters 1000 de su país, en esta ocasión no ha podido hacerlo. El jugador de Greensboro no ha encontrado su mejor juego en este comienzo de temporada, y cada vez que tiene un rival de tronio en frente se nota. Isner no ha conseguido ganar más de un partido en ninguno de los torneos que ha jugado en este 2017, lo que deja claro que no se ha visto todavía su mejor tenis.

Gael Monfils brilló al servicio.Y eso que en el último Masters 1000 que había jugado hasta Indian Wells, Isner brilló. Fue en París a finales del año pasado, donde el estadounidense llegó a la final e hizo sudar a Andy Murray, que finalmente se llevo el título. En el partido disputado en tierras californianas, el francés empezó bastante fuerte. Monfils sacó realmente bien, mientras que su rival, que siempre ha hecho del servicio su gran arma, naufragó. Dos roturas del parisino sirvieron para hacerse con el primer set.

La segunda manga fue algo más igualada, pero Monfils siempre demostró una superioridad aplastante. Ni una sola bola de rotura concedió a su rival el francés. Isner se sentía superado y sabía que a la mínima ocasión en la que su saque fallara, Monfils no fallaría. Fue en el quinto juego cuando esto ocurrió. El de Greensboro no estuvo fino con el primer saque y el francés lo aprovechó para romper el saque y navegar plácidamente hasta la cuarta ronda del "quinto Grand Slam del año".