Seguramente, Miami es una de sus ciudades preferidas, pues aquí, en Florida, podría decirse que dio comienzo su carrera, allá por el año 2015. Paula Badosa, que en dicho año alcanzó la tercera ronda del certamen cayendo ante la checa Karolina Pliskova, regresaba de nuevo a donde se dio a conocer. ¿Por qué no repetir éxito? La española llegaba sin demasiado ritmo de competición, las lesiones tienen culpa de ello, e iba a tener un duro debut, como iba a ser ante la ucraniana Kateryna Bondarenko.

A Paula se le escapa el primer set en los compases finales

A tumba abierta, así salió la tenista española de 18 años nacida en Nueva York, su ciudad favorita. Sin ningún temor ante la, hipotéticamente, mejor rival debido al mayor ránking de la tenista ucraniana. Varios errores de Bondarenko brindaron a Paula Badosa sus primeras pelotas de break que por consiguiente propiciaron el primer break del partido.

El guión desde este mismo momento era fácil: "Hold Forever!", como dirían los fans tenísticos ingleses. Parece sencillo, y qué fácil es decirlo, pero después hay que llevarlo a la práctica. La española, con residencia en Begur, quiso hacerlo así, pues se mostró inconmensurable en la faceta del servicio, ganando muchos puntos con el primer saque y avanzando pasito a pasito a quedarse con el primer set. Sin embargo, llegó la presión a la raqueta empuñada por Badosa, y Bondarenko recuperó el break perdido. La española cayó en picado y comenzó a errar más de lo debido permitiendo así a Bondarenko darle la vuelta al parcial adjudicándose así con el primer set.

Paula remonta, pero se queda a las puertas del set

El segundo parcial se inició de la misma manera que el primero, y fue con Paula mandando. La española, a base de su tenis potente, consiguió el break de entrada. Sin embargo, tras levantar dos pelotas de contrabreak, Paula no fue capaz de mantener la ventaja y acabó cediendo su servicio y la ventaja obtenida unos minutos antes.

Bondarenko se creció y aumentó su nivel. Paula, por su parte, comenzó a caminar cabizbaja y algo de crispación comenzó a aparecer en el rostro de la española. Aún así, la actual número 316 del mundo no cedió y siguió dando la cara. Salvó varias pelotas de break, que casi podrían haber sido de partido. Todo ello la dio fuerza para afrontar el siguiente juego al resto y se encontró con la recuperación de la ventaja, volviendo a empatar el partido después de ganar cómodamente un turno de servicio complicado.

Tras encontrarse en estos instantes con unos niveles de confianza y seguridad por las nubes, la española fue más que decidida a querer dar otro golpe en la mesa, y lo consiguió. Quebró el servicio de Bondarenko y se dispuso a sacar para ganar el set, pero la ucraniana no se dio por vencida y recuperó la desventaja. Con el marcador nuevamente adverso, Paula no fue capaz de encaminar el segundo set al tie break y acabó cediendo finalmente en dos sets por el marcador de 4-6 y 5-7.

La española ha dado una gran versión en su retorno por tercer año consecutivo a Miami, el lugar donde se dio a conocer y donde empezó todo. No tenía un fácil debut, pero la española dio la cara y estuvo muy cerca de ganar ambos sets, faltó muy poco, y eso que las lesiones la martirizado día sí y día también. Nadie puede discutir su tremendo potencial, sólo hace falta suerte con las lesiones y regularidad y Paula estará en lo alto de manera segura.