Eugenie Bouchard tocó prácticamente el cielo en el 2014, momento de su carrera donde llegó a disputar las finales WTA. Sin embargo, esa tenista que maravilló al mundo entero, se diluyó en los dos años siguientes, como si de un azucarillo en una taza de café se tratase. En este 2017, fue decidida a querer remontar el vuelo, y entró en el camino de ello, pero los fantasmas han vuelto a aparecer en la talentosa jugadora canadiense.

Tras disputar un notable Open de Australia, llegó un parón de mes y medio, pues una lesión abdominal la impidió estar por los Emiratos disputando Dubai y Doha. Regresó en Indian Wells, pero cayó estrepitosamente ante la alemana Annika Beck. En Miami tenía una nueva oportunidad, esta vez ante la joven australiana Ashleigh Barty, la flamante campeona del torneo de Kuala Lumpur, disputado hace poco más de un mes. Barty es una jugadora totalmente antagónica a las de su generación, pues la aussie goza de un sólido tenis desde el fondo de la pista, además de no caer en la precipitación y saber siempre en qué momento dar un zarpazo. Por nombres, Bouchard favorita, pero era un encuentro trampa.

Bouchard paga caro el inicio

El comienzo que se produjo en la pista central de Crandon Park, en Cayo Vizcaíno, fue muy típico en la WTA, lo cuál es sinónimo de breaks uno tras otro. Los tres juegos que se disputaron antes del primer descanso, todos ellos fueron roturas de servicio, dos para la joven tenista australiana y uno para la quebecquesa. Tras esos momentos iniciales de inseguridad en ambas raquetas, el set entró en la dinámica de la solvencia en el saque.

Era Bouchard quien debía ir en busca de recuperar la desventaja, pero no fue capaz de encontrarla. Lo intentó, pero en el otro lado de la red tenía a una teenager que da muestras de que va a dar mucho que hablar en los próximos años. La australiana asumió el rol de ser consistente en el servicio y se adueñó del primer set.

Ashleigh Barty durante el encuentro | Foto: zimbio

La canadiense incrementa su nivelEl segundo set cambió totalmente el guión, al menos en sus compases iniciales. La tenista canadiense se dio cuenta de que debía dar un paso al frente si quería darle la vuelta al partido. Salió a tumba abierta, desbordando a Barty, y consiguiendo como producto de su buen hacer, un break que, tras mantener sus dos turnos de saque, la colocó con la ventaja de 3-0.

Sin embargo, esas buenas sensaciones se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos y la canadiense volvió a encadenar error tras error para tirar por el retrete la ventaja obtenida y volver a meter a la australiana dentro del set. Bouchard salvó un complicado juego con 5-5, un juego muy igualado y de muchas alternativas, algo que provocó un extra de confianza en la canadiense para después, con magistral golpe ganador al resto, forzar el tercer set.

Barty certifica su triunfo

Si bien en los dos primeros sets hubo roturas de servicio de entrada, en la definitiva manga, pasó lo contrario, y es que la consistencia en esta faceta marcó el comienzo. Todo marchaba igualado, hasta que en un juego muy disputado, Barty dio un golpe en la mesa. Pese a ello, el tenis de Bouchard había incrementado su nivel de juego y la quebecquesa quiso resarcirse, y lo consiguió, pues recuperó la desventaja. Sin embargo, una nueva sucesión de errores otorgaron una nueva rotura a la joven aussie. 

La canadiense lo intentó, pero no lo logró | Foto: zimbio

La canadiense gozó de opciones para poder recuperar nuevamente ese break que la hacía marchar por debajo en el marcador, pero los errores, y también los aciertos de Barty, lo impidieron. Bouchard cayó en picado tras perder estas oportunidades y el siguiente juego al resto fue una sucesión de fallos y dobles faltas que acabaron dando el encuentro a Ashleigh Barty en tres sets por el marcador de 6-4 5-7 y 6-3.

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Sobre el autor
Carlos  García Pascual
Fútbol, pero principalmente tenis, deporte que practico. Más que una pasión. Fan incondicional de Ana Ivanovic, mi ídola. ¡¡GRACIAS POR LEERME!!