El capitán de Estados Unidos, Jim Courier, volvió a meter mano en el equipo como lo había hecho en el dobles, colocando a Sam Querrey, tercer clasificado de los cuatro mejores jugadores de su equipo, en reemplazo de Sock, para enfrentar a Nick Kyrgios. Querrey ya le había ganado a Kyrgios en los cuartos de final en el ATP 500 de Acapulco hace cinco semanas. Esto marcó un precedente importante, además del cansancio de Sock, para su elección.
Kyrgios fue contundente
El comienzo del australiano no fue el esperado, costándole entrar en el partido, algo que Sam Querrey aprovechó para quebrar rápidamente y ponerse 4-1 arriba. Fue el único momento del partido en que corrió riesgo el punto decisivo de la serie. Desde el descanso del quinto juego hasta el final del partido fue todo de Kyrgios. Logró quebrar rápidamente y mantener el saque hasta quedarse con el tie break por 7-6 (4).
Un quiebre en el segundo juego del segundo set le dio la tranquilidad al australiano tomando una ventaja de 3-0. Querrey tuvo oportunidades de emparejar las acciones, pero Nick Kyrgios estuvo intratable con su saque y logró salvar los puntos con servicios por encima de los 220 km/h. Mantuvo así sus juegos de saque y se quedó con el segundo set por 6-3.
El tercero fue algo más parejo, Querrey quebró una vez y Kyrgios dos veces que le sirvieron para quedarse con el partido por 6-4 y Australia con la serie. El resultado de la misma fue decorado por el triunfo de John Isner sobre Sam Groth por 7-6 (5) y 6-3, quedando la anécdota del 3-2 final para el equipo de Oceanía. Australia, como se manifestó en crónicas anteriores, se siente unido es así como lo expresa Kyrgios "Tenemos una gran oportunidad y todo es posible este año". Su capitán los está ordenando, y con el gran nivel del excéntrico Kyrgios, pueden darle batalla a cualquiera.