Después de sucumbir en la final del Open de Australia frente a Roger Federer, caer en la última ronda del Abierto Mexicano de Acapulco contra Sam Querrey, perder nuevamente contra Federer pero en la tercera ronda del Masters 1000 de Indian Wells y una semana después volver a claudicar ante Roger en la final del Masters 1000 de MiamiRafael Nadal deja a un lado los cinco torneos que ha disputado en el comienzo de año para llegar con ganas e ilusión a su superficie predilecta, la tierra batida, aquella que tantas alegrías le ha dado y que en este 2017 buscará mantener los históricos resultados que ha ido consiguiendo con el paso de los años.

Con 1.000 puntos que defender tras conquistar el título la pasada campaña, Nadal hacía acto de presencia en el Másters 1000 de Montecarlo este miércoles teniendo que debutar contra el británico Kyle Edmund, quien a pesar de ser aplastado en el primer parcial terminó viniéndose arriba, poniendo contra las cuerdas al español para que este hiciera los deberes clasificándose para los octavos de final del torneo monegasco, donde se batirá en duelo con un duro adversario como es el alemán Alexander Zverev.

"Alexander Zverev tiene grandes posibilidades de convertirse en número uno del mundo"

Como no podía ser de otra manera, Nadal mostró su alegría por acceder a la siguiente ronda, superando un estreno muy complicado a pesar de que un 6-0 fuera ni más ni menos que su apertura en el torneo monegasco para posteriormente desinflarse y salir a flote en el momento clave del encuentro. "Es cierto que el nivel de Kyle en el segundo y tercer set me sorprendió, tuve un buen inicio de partido, pero no perfecto, a veces ganar el primer set 6-0 no ayuda porque no es real, él hizo un gran partido, muy agresivo. Estoy feliz por mi reacción en el tercer set porque no estaba en un buen momento", comentó ante los medios de comunicación.

Para terminar, la mirada de Rafael Nadal ya solo está enfocada en su próximo compromiso que tendrá en el Másters 1000 de Montecarlo, y es que este jueves se tendrá que batir en duelo con ni más ni menos que el correoso alemán, Alexander Zverev, quien no claudicará fácilmente en la arcilla francesa. "He tenido partidos difíciles contra él, tiene grandes posibilidades de convertirse en número uno del mundo, este partido será una buena prueba para mí, de todos modos, estoy feliz de seguir ya un día más en este torneo que es uno de los más importantes de mi carrera", concluyó.