Tres años de su primer enfrentamiento, Novak Djokovic y Pablo Carreño volvieron a verse las caras en el mismo escenario que la primera vez: los octavos de final del Masters 1000 de Montecarlo. A diferencia de lo que sucedió en aquella ocasión, un triunfo contundente de Djokovic por 6-0 y 6-1, hoy el español estuvo mucho más cerca de la victoria al llevar a su rival al tercer set en un encuentro propio de tierra batida, con largos e intensos intercambios desde el fondo de pista en el que finalmente resultó vencedor el serbio. 

Hubo un total de diez roturas de saque por parte de ambos: cuatro por parte de Carreño y seis por parte de DjokovicTras un comienzo algo esperanzador por parte de Carreño, que aguantó de tú a tú a Djokovic durante los primeros compases de partido, el serbio dio un paso al frente y cogió la iniciativa desde el fondo de pista, algo que acabó reflejándose en el marcador. Con una magnífica dejada de revés el serbio quebró el servicio del español en el sexto juego. Esto afectó moralmente a Carreño, que bajó ligeramente los brazos, lo suficiente para ceder nuevamente su servicio y ver cómo en poco más de media hora, su rival se hacía con el primer set por 6-2. 

Carreño pone a Djokovic contra las cuerdas

Todo estaba sucediendo demasiado rápido. Al igual que en su primer partido ante el francés Gilles Simon, Djokovic parecía tener el control absoluto del partido, pero está claro que al serbio todavía le falta mucha consistencia en su juego. El de Belgrado comenzó mandando por 2-0 en el segundo parcial pero a partir de ahí entró en una crisis total de juego, en parte provocada también por el buen hacer de un Carreño que sacó lo mejor de sí mismo y que hizo una demostración de cómo hay que moverse sobre una pista de tierra.

Los dos tenistas se mostraron muy débiles con el segundo servicio: 36% de puntos ganados para Carreño y un 37% para DjokovicCon una defensa increíble y luchando por cada bola como si fuera la última, el gijonés comenzó a desesperar a su rival que, aunque mantenía la iniciativa en la mayoría de los puntos, ya no conseguía desbordar al español. El resultado fue un parcial de cinco juegos seguidos   (5-2) para Carreño que tenía a su disposición dos servicios para apuntarse el segundo parcial. No lo consiguió a la primera, pero sí a la segunda. El tenista español mantuvo la serenidad y cerró el set por 6-4 enviando el encuentro a la manga definitiva. 

Djokovic era muy consciente de que, si no quería ver peligrar la victoria de verdad, tenía que apretar de nuevo en el inicio del tercer set. El segundo favorito del cuadro buscó con ahínco el 'break' y tanta insistencia tuvo sus frutos en el sexto juego. Pero de nuevo las dudas al estar cerca del triunfo asaltaron la cabeza del serbio, que fue incapaz de consolidar la rotura permitiendo otra vez a Carreño volver al partido.  La ansiedad estuvo a punto de jugarle una mala pasada a un Djokovic que con empate a cuatro en el marcador tuvo que hacer frente a un inquietante 15-40 con su saque. Pero en el momento de la verdad, el serbio sacó su carácter y salvó la situación para, tras el descanso, sentenciar de manera definitiva el choque con una gran volea de largo recorrido ante la que nada pudo hacer Carreño.

El español lo dio todo sobre la pista y puede sentirse más que satisfecho de su rendimiento en Montecarlo mientras que Djokovic tratará de buscar las semifinales ante el belga David Goffin, décimo cabeza de serie, y que ha derrotado en el día de hoy al austríaco Dominic Thiem, sexto favorito, por dos sets a uno. Veremos si el serbio logra disipar totalmente las dudas en su juego o si se mantiene en esta línea de inconsistencia que le viene acompañando desde hace ya varios meses.