Una de las sensaciones que deja este comienzo de temporada es que la nueva generación viene pisando fuerte, con hombres como Kyrgios, Zverev o Thiem comenzando a imponerse a los grandes tenistas de la última década. La superficie de tierra batida también tiene un nombre propio de cara a los años venideros: David Goffin. El belga ya es uno de los jugadores fuertes del circuito, y lo demostró una vez más al vencer a Novak Djokovic por 6-2, 3-6 y 7-5 en un partido muy ajustado, en el que el jugador de Belgrado siguió dejando muchas dudas.

Un Djokovic desconocido

El partido prometía emoción, y no defraudó a los aficionados. Goffin, con sus golpes profundos y seguros desde el fondo de la pista, buscaba sorprender a un Djokovic que no ha empezado bien la temporada. El serbio adolece de esa mentalidad de hierro que le llevó a dominar el circuito sin discusión durante años, y está volviendo a incurrir en errores de juventud, como las dejadas a destiempo.

El belga parecía tener las cosas más claras, y su dominio se materializó en dos breaks tempraneros que le permitieron lograr una ventaja holgada en el primer parcial. Goffin se defendía con golpes cruzados y profundos, y utilizaba los paralelos para pasar al ataque, especialmente con su revés, en el que ha encontrado un filón en los últimos tiempos. Djokovic no fue capaz de reaccionar a tiempo, y el primer setse escapó por un marcador de 6-2. Goffin golpeaba primero.

Djokovic se amarró a la pista para mantenerse en el partidoEl segundo parcial comenzó por el mismo camino, con un David Goffin dominante desde el fondo y terminando los puntos en la media pista. Sin embargo, hubo un punto de inflexión en el tercer juego, en el que Djokovic sufrió para levantar dos bolas de rotura y colocarse 2-1 arriba. El belga acusó la decepción y cedió su saque en blanco, dejando el camino despejado para un Novak que empezaba a ver la luz.

El serbio supo rentabilizar esta rotura, tirando de experiencia y buen hacer, y cerrar la segunda manga por 6-3, abocando el partido a un desenlace apretado.

Goffin reaccionó y cambió el guión del encuentro

El definitivo tercer set empezó con una rotura para Novak Djokovic, más habituado a fajarse en encuentros al límite de la navaja, y sabedor de la importancia de comenzar centrado el parcial decisivo.

El partido seguía los derroteros de otros tantos, con el favorito sufriendo pero amarrándose a la pista para derrotar en tres mangas a un rival que inevitablemente acababa desinflándose. Sin embargo, Goffin no estaba dispuesto a seguir ese guión. Con 0-2 abajo, supo mantenerse mentalmente fuerte y salvar dos bolas de break que hubieran significado una derrota casi segura, y se mantuvo con opciones. Finalmente, en el octavo juego logró el ansiado break que igualaba la contienda. El belga estaba siendo mejor, y el número dos del mundo había dejado escapar una oportunidad preciosa.  Al final, con 6-5 y en un juego larguísimo en el que "Nole" salvó hasta cuatro bolas de partido, Goffin se llevó la victoria por 6-2, 3-6 y 7-5.

El belga avanza a semifinales como una de las grandes realidades del tenis en polvo de la drillo, y los aficionados al tenis tendrán que seguir esperando a que Novak Djokovic recupere el hambre que lo catapultó a la cima de este deporte.