El británico Kyle Edmun y el alemán Alexander Zverev fueron los escombros que debió superar Rafael Nadal para situarse en los cuartos de final del Masters 1000 de Montecarlo y disputar hoy, el pase a la semifinal del torneo frente al argentino Diego Schwartzman que, jugando un tenis deslumbrante se ganó un lugar dentro de los ocho mejores del certamen. El “Peque”, ocupa la posición número  41 del ranking y dando la sorpresa en Mónaco, superó en la primera ronda a Bernard Tomic, en la segunda ronda a Roberto Bautista Agut y en la tercera ronda a Jan-Lennard Struff  consiguiendo así, su mejor participación en un torneo de Masters 1000.

Luego de la victoria de David Goffin sobre Novak Djokovic,  el estadio central Rainiero III se rindió a los pies del máximo ganador en la historia del torneo de Montecarlo, Rafael Nadal, que se coronó  en dicho evento, en nueve oportunidades.  Dándole cierre a los enfrentamientos de cuartos de final, el español debió lidiar ante un estupendo Diego Schwartzman que jugó un en un nivel altísimo durante todo el partido.  Luego de una hora y cuarenta  minutos, Nadal venció al argentino por 6-4 y 6-4 y se ganó un lugar en la semifinal del tercer Masters 1000 de la temporada.

Tres errores de Rafa y un gran revés cruzado del argentino ocasionaron el primer quiebre del partido. El ‘Peque’ aprovechó esos desaciertos poco habituales en el mallorquín en su primer turno de servicio pero no fue capaz de sostenerlo en el tiempo frente a un jugador que, lentamente, iba entrando en acción.  Sin llegar a un nivel superlativo, Nadal  comenzó a hacer su característico y dañino juego desde el fondo de la cancha, fue acelerando y creando peligro con pelotas profundas y con el correr de los minutos fue incomodando a su rival que fallaba con su derecha.

Diego Schwartzman crece en el partido

 De forma consecutiva, el español rompió dos veces el saque del nacido en Buenos aires y tomó una importante distancia de 4-1. No obstante, ese marcador fue un punto de inflexión en el partido: Schwartzman se liberó, soltó sus brazos y comenzó a golpear muy agresivamente la pelota. El inteligente juego y la lucidez mental del argentino de un metro setenta, hicieron retrasar en el campo al nueve veces campeón de Roland Garros que se veía inquietado por el poderío ofensivo de su rival. Perdiendo 2-4, Diego generó dos oportunidades de quiebre y, en la segunda de ellas,  ejecutó un impecable drive paralelo que le permitió recuperar el break e igualar el encuentro.

El argentino estuvo muy compenetrado, utilizó muchas variantes y  se fue adueñando de la mayoría de los puntos largos que se jugaban.  A pesar del inmenso partido del Peque, la experiencia y la sabiduría de Rafa, determinaron el final del set. El de Manacor volvió a tomar el saque del 41 del mundo en el décimo game y, luego de 53 minutos de batalla, se quedó con set por 6-4.  

El argentino continúa en un excelente nivel

En el comienzo del segundo parcial, Rafael Nadal jugó un punto defensivo impresionante que hizo estallar las gradas: cuando parecía que el argentino tenía el punto ganado a raíz de una buena derecha que desacomodó y sacó de la cancha al español, éste se las ingenió para llegar con un paso largo y, con una sutileza impecable, ubicó la pelota en la línea de fondo. Ese punto le permitió a Rafa disponer de un break point a favor, circunstancia que no fallaría. El argentino, lejos de desmotivarse, continuó jugando un enorme encuentro. Con mucha inteligencia, encontró en todo momento el golpe exacto para cada situación en particular y dominó al balear en gran tramo del set. El ganador de catorce Grand Slams dejó muchas pelotas cortas, no logró alcanzar el nivel de la fase anterior y, el argentino jugando uno de los partidos más importante de su carrera, le rompió dos veces el saque para colocarse 4-2.

Todo había cambiado para el español que pasó del 2-0 a favor al 2-4 en pocos minutos. Sin embargo, Nadal reaccionó rápidamente, buscó cambios en su juego y  volvió a meterse en el partido. Adelantándose unos metros en la pista y anulando la posibilidad de que su rival tome la iniciativa de los puntos,  el especialista en polvo de ladrillo, encontró la manera de subsanar los problemas y, con mucha actitud fue sacando adelante los juegos siguientes. Nadal dejó en blanco el turno de saque de Schwartzman y volvió a invertir el resultado por 5-4. La tensión de un momento decisivo sumado a  la jerarquía del tenista ubicado del otro lado de la red, hicieron que el argentino, una vez más, no sea capaz de sostener su saque. Nadal, en una hora y cuarenta minutos se quedó con el partido por un doble 6-4.

Nadal finalizó con 19 tiros ganadores y 20 errores no forzados

Diego Schwartzman sin nada que reprocharse y con un nivel muy bueno se retiró de Montecarlo muy aplaudido por los aficionados. Por su parte, Rafael Nadal volvió a instalarse en la semifinal del torneo y deberá chocar con el Belga David Goffin, en lo que será el primer enfrentamiento entre ellos.