Ubicado en el puesto veinticuatro del ránking ATP, siendo por tanto el cuarto mejor español en dicha clasificación, Albert Ramos suma en lo que va de temporada un balance de catorce victorias y once derrotas, teniendo como mejores resultados una caída en la final del Brasil Open ante Pablo Cuevas y unas semifinales en el Río Open y el Ecuador Open Quito para por último cerrar una gira por las pistas de superficie dura sin brillar, lo que le hacía llegar al primer gran torneo sobre tierra batida del curso, el Másters 1000 de Montecarlo, con ganas e ilusión, deshaciéndose de los argentinos Renzo Olivo y Carlos Berlocq, para a continuación dar cuenta de ni más ni menos que el número uno, Andy Murray, y por último este viernes en los cuartos de final del torneo monegasco ser capaz de doblegar al croata Marin Cilic, clasificándose por tanto para las semifinales, donde su contrincante será el francés Lucas Pouille en un duelo de altura. Este sábado tendrá en juego su acceso a la gran final del evento.

"Él se ha puesto a jugar increíble, pero quizás, he jugado uno de los mejores desempates de mi vida"

Como no podía ser de otra manera, Ramos se mostró muy satisfecho con el triunfo conseguido en los cuartos de final del torneo monegasco, dando un paso importante en su carrera. "El jueves perdí el primero, gané el segundo y empecé el tercero mal, pero este viernes no, porque estaba jugando muy bien, ordenado y haciendo las cosas de la forma correcta. Él se ha puesto a jugar increíble, pero quizás, he jugado uno de los mejores desempates de mi vida, ganaba 5-3 muy ofensivo, me ha hecho tres puntos tocando la línea, ante eso poco se puede hacer, ha seguido muy bien, pero cuando he salvado la bola para 0-3 ha cambiado un poco el partido, creo que ha bajado un poco físicamente", comentó ante los medios de comunicación sonriente el español.

Para terminar, Albert Ramos no le dio vueltas al hecho de dejar en la cuneta a Murray, saltando a pista concienciado en derrotar a Cilic para ahora tener que centrarse en Lucas Pouille. "Lo he pensado, pero he intentado aceptarlo, no podía hacer nada, a veces, si es porque juegas mal es menos difícil de aceptar, pero ha aceptado que estaba midiéndome a un gran jugador que ha tenido un momento excepcional, me ha afectado un poco, pero luego me he soltado, he salido muy bien, en ningún momento he pensado en la victoria ante Murray, ganara o perdiese, he hecho el partido que tocaba", concluyó.