Los años pasan y, como no podía ser de otra manera, el físico le va jugando malas pasadas a David Ferrer; el jugador vive una espiral de malos momentos, ubicado en el puesto número treinta y dos del ránking ATP, el español acumula un desolador balance de tres victorias y seis derrotas en los nueve partidos que había disputado en 2017 hasta llegar al Barcelona Open Banc Sabadell, torneo en el que hacía acto de presencia después de tener su mejor resultado en el Open de Australia, donde sucumbía en tercera ronda. La aparición de la tierra batida podría suponer un punto de inflexión en la campaña del tenista de Jávea, pero en su estreno en el torneo barcelonés caía estrepitosamente ante el sudafricano Kevin Anderson por 6-3 y 6-4 después de tan solo una hora y seis minutos de partido, cuajando un encuentro muy pobre el español, siendo superado por completo por su contrincante, que ni mucho menos rindió a su mejor nivel, pero le valió para llevarse un cómodo triunfo.

"Las sensaciones son las que son y las acepto, lo intentaré, no hay más, no puedo saber si ganaré un partido o no, si tendré más confianza en mí mismo y esas cosas"

El hecho de sumar una nueva derrota a su casillero de la presente temporada no provoca dudas en Ferrer, pero sí análisis del momento que está viviendo sobre las pistas en la actualidad. "Anderson ha estado mucho mejor que yo, ha sacado mejor, ha fallado menos y me ha costado. No he encontrado mi ritmo en ningún momento, no se qué haré para los próximos partidos, las sensaciones son las que son y las acepto, lo intentaré, no hay más, no puedo saber si ganaré un partido o no, si tendré más confianza en mí mismo y esas cosas. He mejorado respecto a la gira sudamericana y Miami que era más difícil. Respecto a lo positivo creo que mentalmente estoy mejor, pero no puedo entrenar como antes, no estoy igual que antes, físicamente no recupero como antes e intento hacer cosas diferentes, pero he sido muy recto en el trabajo toda mi vida y quizás eso estos dos años ha sido peor que mejor, aun así estoy entrenando diferente, no me someto a tanta carga física, ya no puedo correr por el problema de los tendones", comentó ante los medios de comunicación.

Para terminar, David Ferrer ya solo piensa en sus próximos torneos, asumiendo con resignación que el paso de los años es algo que a todos les ocurre. "He estado regular durante mi carrera tenística y tengo mucho recorrido, ya hubiera firmado yo por hacer una carrera como la que he hecho, en esta situación debo aceptar el nuevo David e intentar cambiarlo, estoy muy bien, muy tranquilo, porque aunque al principio sentía un poco de frustración luego ya no, al fin y al cabo juego para mí y para el reconocimiento de mi familia. No he de demostrar nada a nadie. Intentaré llegar a París habiendo mejorado mi gira en tierra batida, mi objetivo es ir allí y ver como estoy físicamente, ya que no tengo la fuerza que tenía anteriormente", concluyó.