Después de sucumbir en la final del Open de Australia frente a Roger Federer, caer en la última ronda del Abierto Mexicano de Acapulco contra Sam Querrey, perder nuevamente contra Federer pero en la tercera ronda del Masters 1000 de Indian Wells y una semana después volver a claudicar ante Roger en la final del Masters 1000 de Miami, Rafael Nadal dejaba a un lado los cinco torneos que ha disputado en el comienzo de año para llegar con ganas e ilusión a su superficie predilecta, la tierra batida, aquella que tantas alegrías le ha permitido disfrutar y que en este 2017 ha comenzado de la mejor forma posible al coronarse campeón del Masters 1000 de Montecarlo y el Barcelona Open Banc Sabadell, acudiendo con ganas e ilusión al Mutua Madrid Open, evento en el que se estrenaba este pasado miércoles contra el italiano Fabio Fognini, a quien derrotaba con mucho sufrimiento, para a continuación cruzarse en su camino el siempre correoso Nick Kyrgios, quien hacía acto de presencia en la tercera ronda después de haber dejado en la cuneta anteriormente al chipriota Marcos Baghdatis y el americano Ryan Harrison.

Nadal comienza mandando

Duelo de nivel en la Pista Manolo Santana para abrir la jornada de noche en el Mutua Madrid Open. Con las gradas llenas, los palcos plagados de gente famosa buscando ver un partido de nivel entre uno de los mejores tenistas españoles de la historia y una de las mayores promesas del tenis actual, el encuentro se ponía en marcha como un combate de boxeo. Tanto Nadal como Kyrgios se marcaban en la distancia desde los largos intercambios que se producían desde el fondo de pista. El español, que sacaba por delante, iba poco a poco ganando sus servicios, algo que también conseguía Kyrgios hasta que con 2-1 en el marcador, Nick cedería su primera bola de rotura con un 15-40 que el mallorquín no dudaba en aprovechar para irse hasta el 3-1.

Pero no había dicho ni mucho menos su última palabra en el primer parcial Kyrgios, que a la hora de tener que consolidar Nadal la rotura obtenida anteriormente, le devolvería la moneda a su contrincante, disponiendo de dos bolas de quiebre permitiéndole la última romper el saque de Rafa para recortar distancias hasta el 3-2. Este sería el último juego en el que se vería al Kyrgios dominante, atrevido e inteligente en pista, puesto que a la hora de consolidar el break el australiano se hundiría en un mar de dudas, provocando esto que Nadal disponiera de una nueva bola de quiebre para irse hasta el 4-2 y coger una importante renta que ampliaría con la consolidación del break para ponerse con 5-2. Kyrgios no lo tendría nada fácil para alargar un juego más el primer asalto, y es que el australiano tenía que sobreponerse a dos bolas de set que Nadal no aprovechaba, llegándole la presión con 5-3 de tener que cerrar el set. Sin problemas, al disponer de un 40-0, Rafael Nadal se llevaba el primer parcial por 6-3 después de treinta y nueve minutos de partido.

Kyrgios se borra del partido en la segunda manga lo que provoca que Nadal juegue a placer y no tenga problemas

A pesar de haber dominado la gran mayoría de puntos durante la primera manga, Nadal asumía que la mitad del trabajo estaba hecha, pero aún quedaba mucho por delante, por lo que tras un pequeño descanso el mallorquín regresaba a pista con las ganas propias de un ganador que quería cerrar rápidamente el choque. Para minar aún más la moral de un Kyrgios muy castigado, Nadal tendría tres bolas de rotura en un primer juego muy largo que le llevaban al mallorquín a ponerse con 1-0 arriba, un resultado que ampliaría con la confirmación del break yéndose hasta el 2-0. Pero el festival de Rafa no había hecho más que comenzar, puesto que al otro lado de la red tenía a un Kyrgios decaído, sin ganas de jugar y sin ningún tipo de reacción posible ante un contrincante que se colocaba con 0-40 para disponer de una nueva bola de rotura que conseguir certificar e irse hasta el 3-0, que rápidamente pasaba al 4-0 para tener una cómoda ventaja por delante.

Siendo un mero títere en manos de su adversario, Kyrgios lograría ganar un juego muy disputado que le permitía no irse del Mutua Madrid Open con un rosco en la última manga, pero tras un pequeño descanso, Nadal regresaba a mostrar su mejor nivel, llevándose un placentero juego y llegar al 5-1 con el que tener la oportunidad de cerrar el segundo parcial al resto. Kyrgios, que había desconectado hacía ya muchos juegos, entregaría ni más ni menos que un 0-40 que le daban tres bolas de partido a Rafa. El mallorquín no aprovecharía ninguna de las dos primeras, pero en la última y tras un grave error del australiano al enviar una bola placentera muy lejos de la línea, conseguía cerrar el set por 6-1, y por ende acceder a los cuartos de final del torneo madrileño venciendo por 6-3 y 6-1 después de tan solo una hora y trece minutos de partido. En la antepenúltima ronda del evento, Rafael Nadal se batirá en duelo este viernes a partir de las 16:00 horas contra el belga David Goffin.

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Sobre el autor
Diego Blanco Taladriz
Gijón. Moderador de contenidos de VAVEL. Coordinador en las secciones de Tenis y Ciclismo. Puedes leer mis opiniones en @DiegoBlanco93 | E-mail de contacto: [email protected]