Ha llegado el día de ir poniendo las primeras guindas a "los pasteles" durante esta semana en la Caja Mágica de Madrid. Como viene siendo habitual durante los dos últimos años, puesto que en el 2014 fue la última edición en donde chicos y chicas disputaban la final en domingo, son las chicas quienes ponen el broche de oro en la jornada de sábado, tanto en la modalidad de dobles como en la de individuales.
En la transición de la primera con la segunda semifinal masculina, se disputará la final femenina que enfrentará a la francesa Kristina "Kiki" Mladenovic y a la rumana Simona Halep, un choque que promete emociones fuertes y mucho espectáculo observando las características de ambas tenistas, pues el guión del partido seguramente se base en la táctica y estrategia ofensiva de Mladenovic con Halep defendiendo como una jabata más allá de la línea de fondo. En definitiva, un choque de contrastes en el que seguro se observan muchos rallies de gran calidad.
Simona Halep regresa a la final de Madrid
La rumana ha vuelto a alcanzar la final de Madrid por tercera vez en su carrera, la primera jugadora en conseguirlo. Maria Sharapova se interpuso en su camino en la primera final que disputó en Madrid, pero dos años más tarde levantaría al cielo de Madrid su primer entorchado como campeona tras batir a la eslovaca Dominika Cibulkova en dos sets.
Este año, Halep ha pasado un verdadero calvario con su rodilla, unos problemas que la hicieron caer prematuramente en algunos torneos como en la primera ronda del Open de Australia ante la estadounidense Shelby Rogers o también a abandonar como tuvo que hacerlo en San Petersburgo antes de debutar. Poco a poco fue carburando y cosechando resultados más propios de su envergadura.
Alcanzó los cuartos de final en Miami, ronda en donde cayó con la británica Johanna Konta y después en Stuttgart se vería sorprendida por la local Laura Siegemund en semifinales, a la postre vencedora del certamen. Previamente, en Indian Wells, precisamente su contrincante en la final, la batiría en la tercera ronda. Pero hoy es bien distinto.
El "ojito derecho" de Ion Tyriac llega a la final tras salir del atolladero en los últimos instantes en su choque de segunda ronda ante la italiana Roberta Vinci. Con el agua al cuello, en lo que fue una lección magistral de escapismo que sólo el mismísimo Harry Houdini sería capaz de realizar, la rumana encadenó cinco juegos seguidos para darle la vuelta a un 5-2 adverso y seguir viva en el torneo. También tuvo que batallar contra Samantha Stosur una ronda después en lo que sería su último encuentro, hasta ahora con complicaciones. En su debut, ante Kristyna Pliskova, en los cuartos frente a CoCo Vandeweghe y en las semifinales contra Anastasija Sevastova, la de Constanta no pasó excesos apuros.
"Kiki" quiere confirmarse como la revelación de la temporada
Es sin ninguna duda, la revelación de este año 2017 en la WTA. La WTA siempre es impredecible e incluso se podría llegar a pensar qué hace la tenista gala en una final de Premier Mandatory. Ese pensamiento podría hacerlo alguien que no siga en exceso el tenis femenino, pero no hay que engañarse. Esta puede ser la primera de las muchas veces que se pueda ver a Mladenovic en una final de Premier Mandatory.
La jugadora gala ha estado trabajando mucho tiempo y es la tenista perfecta con la etiqueta de "jugadora en la sombra". ¿Qué ha cambiado en el juego de Mladenovic respecto a hace dos años? ¿Algo debe haber cambiado para que la francesa haya podido pegar este estirón tan grande, no? Pues bien, la respuesta a estas dos preguntas es bien fácil: nada. Ya está, nada ha cambiado en su juego. Es más fácil que eso y es que una simple cuestión de resultados ha provocado este cambio.
Mladenovic es una tenista que goza de un tenis muy bonito y sobre todo muy práctico. Posee un tenis de potentes golpes, pero es una jugadora francamente correosa con gran capacidad de poder jugar peloteos largos, no se juega los golpes. Además, tiene un saque que la abre muchas puertas y la salva de momentos muy complicados y sobre todo el talento de poder venirse a la red a cerrar puntos, algo que ha conseguido gracias a su rodaje en el circuito de dobles.
Este año al final han llegado esos resultados y eso que el presente curso no comenzó bien, pues cayó en el debut del Open de Australia ante la croata Ana Konjuh, precisamente contra la tenista con la que se estrenó en Madrid, pero esta vez la balcánica se retiró antes de iniciarse el tercer set. Cosechó el título en San Petersburgo realizando una semana mágica y después en Indian Wells llegando hasta las semifinales cediendo ante la vencedora a la postre, la rusa Elena Vesnina. El cansancio propició su caída prematura en Miami, pero en Stuttgart regresó al camino del triunfo cayendo en la final ante Laura Siegemund.
En Madrid, se benefició de la retirada de Konjuh en primera ronda. Después, en su segundo partido, batalló hasta el tie break del tercer set para batir a una correosa Lauren Davis. Su compatriota Oceane Dodin y la rumana Sorana Cirstea fueron meros títeres a manos de la tenista gala y en las semifinales ante Svetlana "Sveta" Kuznetsova también hizo valer su poderío.
Mladenovic domina los enfrentamientos directos
Con el de hoy, serán cinco veces las que se vean las caras Maldenovic y Halep. Es la tenista de orígenes serbios quien domina en el Head To Head con tres triunfos. Hace tres años que chocaron por primera vez, fue delante del público de Roland Garros y ahí Mladenovic salió vencedora como también saldría un año después en la hierba de Birmingham. Ese mismo año, en Cincinnati, llegó al fin la venganza de Halep en un encuentro que se resolvió en tres agónicos sets. Ya en el presente curso, Mladenovic volvió superar a la rumana en Indian Wells.
¿Qué pasará hoy? No se sabrá hasta que una de las dos levante el título de campeona. ¿Quién parte favorita? Quizás podría decirse que algo más Mladenovic, pero Halep ha demostrado que quiere volver a reinar mostrando además sus credenciales. Lo que es seguro es que seguramente se verá un choque muy atractivo, muy interesante, muy abierto y posiblemente con la etiqueta del drama, muy característica en la WTA. ¡Disfruten!