Con el triunfo de Rafael Nadal frente a Dominic Thiem el pasado domingo, el Másters 1000 de Madrid llegó a su fin y dio paso al último torneo de dicha categoría previo al Roland Garros: el Masters 1000 de Roma que tiene como defensor del título al británico y actual número uno del mundo Andy Murray, que se deshizo en aquel entonces de Novak Djokovic en la fase final.

En el segundo turno del día del estadio Next Gen Arena, el belga David Goffin  dejó atrás la contundente derrota sufrida días anteriores frente a Rafa Nadal e inició su camino en Roma enfrentando al brasileño Thomaz Bellucci. Imprecisiones, errores y pocos retenimientos de servicios caracterizaron a un encuentro cambiante e incierto: el diez del mundo fue mejor en el set decisivo, mostró mucho carácter y logró avanzar a la siguiente instancia eliminando a su rival por 6-7 (5), 6-3 y 6-4 en dos horas y media de juego.

Goffin no se encuentra con su juego

El comienzo del partido no fue positivo para el belga que tardó en adoptar concentración, no se sintió a gusto en la pista y no fue capaz de tomar el dominio del partido. El inicio se le tornó complicado por la peligrosidad en los ataques del brasileño y porque debió lidiar con un tempranero quiebre en contra en su primer turno de servicio. Sin embargo, la baja efectividad en el saque y las pocas variantes con el mismo por parte del número 59 del mundo, le permitieron a su rival jugar con comodidad y soltura los juegos al resto: de esta forma, Goffin encadenó dos quiebres consecutivos y tomó ventaja de 3-2.

No obstante, Goffin continuó mostrando falencias con sus saques, no logró incomodar a Bellucci con su derecha  y los constantes errores, inmediatamente, le pasaron factura. El brasileño dejó en cero el servicio de David y asimiló el set 3-3. Desde ese entonces y con el correr de los minutos, ambos elevaron su nivel, los servicios comenzaron a funcionar y el partido fue tomando un mayor atractivo. Después de una hora y cinco minutos de mucha intensidad, Bellucci se quedó con la primera manga al llevarse el tie break 7-6 (5).

Bellucci ganó el 39% de primeros servicios

Como consecuencia del extenuante primer set que disputaron, la intensidad, la energía y la movilidad de ambos fueron decayendo con el transcurso del segundo parcial. Por otra parte,  Bellucci no supo aprovechar el alto porcentaje de primeros servicios -85%- y tan solo ganó el 39% de los puntos con ese golpe,  otorgando una ventaja enorme ante un tenista de gran nivel que aún sin jugar un buen tenis, no perdona estas equivocaciones. Goffin aprovechó ese punto débil y, acompañado por un revés que lentamente comenzaba a dar sus frutos, le rompió el servicio en tres oportunidades. A su vez, el belga cometió pocos tiros ganadores, los errores no forzados fueron aumentando progresivamente y no pudo plasmar en cancha las notorias diferencias entre uno y otro. Igualmente, Goffin se quedó con el segundo set por 6-3 y estiró el encuentro a un set decisivo.

El número diez del mundo mejoró su repertorio en el set final y asemejó su nivel a lo mostrado en los torneos anteriores: fue más regular, agresivo,  buscó abrir a Bellucci con pelotas en las líneas y se hizo más fuerte con el servicio, que le brindó una mayor seguridad. La jerarquía y el carácter de Goffin se evidenciaron en la recta final y fueron fundamentales en el resultado del encuentro. En el noveno juego, el belga rompió el servicio  de su adversario y, luego de superar dos break point en el game posterior, liquidó un partido muy complejo que debió traspirar más de la cuenta.  En la siguiente ronda del Másters 1000 de Roma, el belga deberá elevar su nivel para enfrentar y superar al español Fernando Verdasco.