La noticia saltaba pasadas las siete de la tarde, y es que la Federación Francesa de Tenis hacía de manera oficial que no otorgarían una WildCard a Maria Sharapova para la segunda gran cita de la temporada, Roland Garros. El morbo ya estaba servido y tras la confirmación de esta noticia, había muchas ganas de ver de qué manera influiría esta decisión en la tenista siberiana puesto que pocos minutos después iba a saltar al Campo Centrale del Foro Itálico de Roma para disputar su encuentro de segunda ronda ante la croata Mirjana Lucic-Baroni.
Dos enfrentamientos en una semana
Puede resultar curioso que en un circuito tan abierto y en el que cada semana compites, puedas estar sin verte las caras con una tenista más de cinco años y en menos de dos semanas, enfrentarte dos veces contra esa jugadora. Pues bien, esto mismo ha sucedido con Sharapova y Lucic-Baroni que llevaban sin enfrentarse desde el año 2011, el primer enfrentamiento, precisamente en Roland Garros, donde salió vencedora la rusa.
Pasaron seis años y se volvieron a enfrentar. Fue la pasada semana, en la pista central Manolo Santana de la Caja Mágica en el Premier Mandatory de Madrid. Ahí, Sharapova doblegó a la croata en tres mangas remontando un set adverso. Y ahora, una semana después, de nuevo mismo enfrentamiento. La croata habría aprendido la lección para poder vengarse bajo los focos del mítico y fabuloso Campo Centrale de Roma.
Lucic-Baroni hace bueno el break tempranero
Comenzó la rusa muy fuera de lugar. No conseguía impactar correctamente los golpes y no tenía ningún timing con su raqueta. Por su parte, la balcánica inició el encuentro totalmente en el polo opuesto. Dando un verdadero recital de tenis y de golpes ganadores y mostrándose muy superior a Sharapova, consiguiendo así la primera rotura del partido y dando a entender que tenía sed, mucha sed de venganza.
Tras haber conseguido esa ventaja, el guión del partido iba a estar muy centrado en la jugadora croata, pues había que ver si iba a bajar el pistón y dar opción a la rusa o se mantendría con cabeza fría y siendo superior. Sharapova, pese a que se mostraba bastante errática, lo intentaba y siempre se mantenía a la estela de Lucic-Baroni, pero la croata no otorgó concesiones y se acabó adueñando del primer set como sucediera hace una semana en Madrid.
Sharapova sube el nivel y encuentra premio
Pese a ceder en el primer set, con el paso de los minutos, Sharapova fue ganando en confianza y en ritmo revirtiendo así la situación adversa. La rusa comenzó a usar su típico juego del parabrisas: una por aquí, una por allá, provocando así el error de la croata o consiguiendo un winner sencillo.
Sharapova recogió sus frutos, pero bien es cierto que Lucic-Baroni regaló, literalmente, el break a la rusa cometiendo tres infantiles dobles faltas. Desde ese momento, la siberiana fue mucho más peligrosa de lo que ya venía siendo minutos antes, y ya, con el marcador a su favor, jugó mucho menos atenazada y más suelta logrando como producto cometer menos errores y quedarse con el segundo parcial forzando así el set decisivo.
Sin embargo, en un momento determinado del inicio del segundo set, con Sharapova al saque y break a favor, la rusa se disponía a servir, pero justo en esemomento, sintió un pinchazo en la zona del psoas-ilíaco. La siberiana requirió inmediatamente la presencia de la fisioterapeuta del torneo que la trató durante el tiempo legal de tres minutos. Maria regresó a la pista con un vendaje en su pierna izquierda, pero no pudo continuar. Por lo tanto, Mirjana Lucic-Baroni accedió a la tercera ronda en el Foro Itálico.