A sus 20 años recién cumplidos, Alexander Zverev sigue quemando etapas a una velocidad pasmosa. El tenista alemán se ha colado en su primera final de Masters 1000 al vencer en la pista central del Foro Itálico de Roma al gigante norteamericano John Isner por dos sets a uno. El menor de los hermanos Zverev controló el partido en todo momento y, a pesar de la reacción de su rival en la segunda manga, finiquitó el partido en un sensacional tercer set. 

Más sólido Zverev: 41 golpes ganadores por sólo 15 errores no forzados. Isner, por su parte, se quedó en 34 y 32, respectivamente

Es difícil encontrar un set en el que Isner sirva con un porcentaje superior al 90% de primeros saques, un 93% concretamente, y su rival logre quebrarle el mismo. Eso sucedió en una primera manga que Zverev afrontó con una madurez y autoridad impropia de su inexperiencia, no en vano, el alemán se encontraba en su primera final de Masters 1000. Con una gran lectura táctica del servicio de su rival, Zverev aprovechó los dos únicos puntos que Isner jugó con segundo servicio para lograr desequilibrar la balanza en el quinto juego del primer set. 

Isner, cabizbajo al dejar escapar su servicio, fue incapaz de hacer daño alguno al resto y en menos de media hora de juego Zverev ya tenía en el bolsillo el primer parcial (6-4). 

Isner reacciona pero Zverev impone su calidad

Isner era consciente de que si quería tener alguna opción de remontar el encuentro no debía volver a ceder su servicio. El de Greensboro fue sacando adelante cada uno de ellos, no sin problemas, y llegó a su objetivo: un nuevo desempate, el octavo en total durante esta semana. Zverev, que hasta ese momento no había dado ninguna muestra nervios, se desconcentró en el inicio de la muerte súbita y acabó pagándolo caro.

Zverev no cedió su saque en todo el partido e incluso ganó en saques directos a su rival, doce por ocho

Isner se situó con un claro 5-0, demasiada desventaja para el alemán que, aunque reaccionó, no pudo evitar que el choque se fuera al tercer y definitivo set al terminar claudicando por 7-5 en el juego decisivo. Pero poco le duró la alegría al estadounidense ya que Zverev no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad de meterse en su primera final de Masters 1000.

El alemán no mostró decepción alguna por perder el segundo set y en otra muestra de autoridad salió desde el primer punto del set decisivo a comerse a su rival. Con un espléndido resto ganador con su revés cruzado, Zverev lograba romper por segunda vez el saque de Isner y ponía el 3-0 en el marcador. La entrega de Isner también fue loable, puesto que no se rindió en ningún momento, disponiendo de sus tres primeras bolas de 'break' del partido en el quinto juego. 

Desgraciadamente para Isner, Zverev mostró una vez más su calidad y templanza para salvar la situación y amarrar el servicio (4-1). Esto resultó ser el golpe de gracia para un Isner agotado físicamente y cuyo servicio ya no daba para más. Zverev sabía que era el momento de sentenciar el partido y no dudó. Con otra rotura más, la tercera, el de Hamburgo sentenció de manera definitiva el encuentro terminando a lo grande con un potente remate en la red (6-1). 

Así pues, el miembro más prolífico de la denominada 'Next Generation' disputará mañana su primera final en un torneo de esta categoría y lo hará ante el vencedor de la segunda semifinal, programada para no antes de las 20:00 hora española, que medirá al austríaco Dominic Thiem (8) frente al serbio Novak Djokovic (2).