Rafa Nadal sigue apabullando rivales en este Roland Garros. Su última víctima fue su compatriota Roberto Bautista (17), segunda mejor raqueta nacional y al que el de Manacor tan sólo dejó ganar cinco juegos. En el día posterior a su 31º cumpleaños, Nadal realizó otra excelsa actuación y sigue firme en su intento de conquistar su décima Copa de los Mosqueteros. 

Nadal sigue extendiendo su dominio sobre sus compatriotas en Roland Garros: ya son 13 victorias en otros tantos partidosY es que el balear dominó de principio a fin el encuentro ante un Bautista que sufrió una auténtica tortura al servicio. El castellonense no pudo apuntarse ninguno de sus saques en una primera manga resuelta por 6-1 para Nadal en 40 minutos de juego. A pesar de la contundencia del marcador, Bautista no dejó malas sensaciones. El pupilo de Tomás Carbonell trató de mantener el pulso desde el fondo de la pista y durante los primeros compases lo consiguió pero el agujero con el servicio, especialmente con el segundo, era demasiado. 

Huracán Nadal

El comienzo del segundo set trajo consigo el primer juego ganado al servicio por parte de Bautista pero eso no cambió la dinámica del partido. Nadal ,cuyo servicio no había funcionado del todo bien durante el primer parcial, no se relajó en ningún momento y volvió a romper el servicio de su compatriota antes del primer descanso de este set (2-1). 

Nadal finalizó con 31 golpes ganadores por 23 errores no forzados. Bautista, por su parte, realizó 12 y 25, respectivamenteBautista lo intentaba por todos los medios pero no conseguía desbordar por ningún lado al manacorí y es que hay momentos en los que piensas que es imposible hacerle un golpe ganador al mejor jugador de la historia en tierra batida. El apetito de Nadal era insaciable y al resto no dejaba de presionar a Bautista, que encajó otro 'break' más en el séptimo juego cediendo el segundo set por un claro 6-2

Pese al marcador tan adverso que tenía enfrente, Bautista quemó sus últimas naves en el comienzo del tercer set y por unos instantes logró encontrar alguna debilidad en el revés de Nadal. El manacorí tuvo que afrontar una bola de rotura en el cuarto juego que hubiera supuesto una ventaja de 3-1 para su rival. Pero el nueve veces campeón en la arcilla parisina reaccionó rápido y con contundencia (golpe ganador con su derecha invertida) y a partir de ahí ya no dejó hacer ningún juego más a su rival terminando con otro 6-2 otro partido para guardar en la hemeroteca. 

Sólo en una ocasión el manacorí ha cedido en su partido de cuartos de final en París, fue hace dos años ante el serbio Novak Djokovic. Pero desde aquella derrota todo ha cambiado mucho. Nadal se encuentra en su mejor momento de forma en años y el martes tratará de dar otro pasito más para acercarse a un nuevo título en Roland Garros. El español se medirá al vencedor del choque entre el canadiense Milos Raonic (5) y el asturiano Pablo Carreño (20). En caso de vencer este último, ya habría seguro un semifinalista español en París.