El encuentro en la fase de octavos del abierto de Bastad apenas tuvo una duración de una hora, y es que el español supo dosificarse desde el principio para rendir al máximo en los puntos clave del partido.

El balance de los cuatro partidos disputados entre Ferrer y Brown (actual top 93) previamente era muy favorable para el de Jávea, con todo victorias, pero el español llegaba con ciertas dudas debido a su inusual rendimiento la presente temporada, que lo ha rebajado hasta el puesto 46 en el ranking ATP. Sin embargo, se nota que éste es uno de los abiertos preferidos y que mejor se le dan al español, donde ha alcanzado numerosas veces las semifinales y ha sido campeón tanto en 2007 como en 2012.

Desde el comienzo del partido el español se ha encontrado cómodo con su saque, con un 86% de puntos ganados con el primer servicio, frente al escaso 53% del alemán, algo que no le sucedió en la ronda anterior frente al argentino Delbonis, y es que en todo el encuentro Brown tan sólo ha tenido una ocasión para romper el saque a Ferrer, la cual no ha sabido aprovechar, en el primer set. De hecho, ha sido el español quien se ha mostrado muy efectivo al resto, logrando ganar todas las ocasiones de break que ha tenido, dos en el primer set, y otras dos en el segundo.

El alemán Dustin Brown ha comenzado el partido con muchos errores que le han llevado a perder dos de sus primeros tres servicios, dando por perdido el set con un 6-2, y disputándose el segundo asalto de una forma muy similar al primero, con un 6-3 final. El juego ha destacado por sus puntos de corta duración y las múltiples subidas a la red por parte de ambos rivales, con muchos errores no forzados, que le han proporcionado al partido una fluidez que lo ha hecho acabar en tan sólo 55 minutos. En la próxima fase, que ya serán los cuartos de final, Ferrer se medirá a Henri Laaksonen que dio la sorpresa de la jornada, tras derrotar en segunda ronda a Pablo Cuevas, campeón del abierto sueco en 2014.