Día de revancha en el ATP 250 de Bastad, con la disputa de uno de los partidos más llamativos en los cuartos de final. Reeditando la que fuese la final el año pasado, Albert Ramos y Fernando Verdasco saltaban a la central sueca con una única misión: un puesto en las semifinales y un posible duelo con David Ferrer.

La edición del año pasado fue muy emotiva para el catalán Albert Ramos, número 24 del mundo y favorito para revalidar su corona en 2016 tras la derrota, por lesión, del gijonés Pablo Carreño en los octavos de final. El de Mataró, finalista este año en el Masters de Montecarlo, levantaba aquí su, hasta ahora, única corona a nivel ATP en una final que dominó de principio a fin ante su rival en el día de hoy: Fernando Verdasco, a quien batió por 6-3 y 6-4.

Verdasco, 39º en el ranking ATP, tiene varias cuentas pendientes en este Swedish Open, tras sendas derrotas en las dos finales que disputó en territorio sueco; la ya mencionada ante Ramos, y la de 2013, cuando no pudo superar a Carlos Berlocq, ausente este año, en una final que también dejó escapar por dos sets a cero: 7-5 y 6-1.

Dos jugadores que se conocen, que se respetan, y que ya han compartido pista en un total de seis ocasiones, con un balance, favorable a Verdasco, de 4-2. Su primer encuentro se produjo en 2012, cuando el catalán sobrepasó al madrileño, por 7-6 y 6-3, en los cuartos de final del ATP de Sao Paulo. Por otro lado, su último enfrentamiento tuvo como escenario un Masters 1000, Cincinatti, y se saldó con un trabajado triunfo de Verdasco, 7-6 y 6-4, en la primera ronda del año pasado.

Verdasco domina el primer set

Muy buen tenis el exhibido por Fernando Verdasco desde los primeros minutos. El madrileño, jugador muy versátil, vio en su derecha un arma destructiva, jugando cómodo desde el fondo de pista ante un Ramos defensivo, que se nutría de su revés cruzado, y que conservó su servicio tras salvar hasta cinco puntos de rotura en su primer turno al saque.

Con la lluvia como posible amenaza, y apreciándose los primeros paraguas entre el público, volvieron los problemas al servicio para Albert Ramos, que no podía con un Verdasco en un equilibrio perfecto entre el ataque y la defensa, con una frescura notablemente superior a la del catalán, y que dispuso de dos nuevos puntos de break ya en el sexto juego. No obstante, el potente servicio de Ramos y los fallos del madrileño en momentos clave propiciaron que el de Mataró siguiese en la lucha, empatando a tres.

Las malas sensaciones y los constantes quejidos iban en aumento en el lado de Albert Ramos. El campeón defensor, reticente y varios pasos por detrás de Verdasco, no lograría aguantar y contener el ritmo de su compatriota, que conseguiría el tan ansiado break en el octavo juego, adelantándose por 5-3 y con servicio para anotarse el primer set. Inmisericorde, Fernando Verdasco no dio opción alguna a Ramos en el siguiente juego, llevándose, merecidamente, el primer parcial, 6-3, después de 43 minutos de un vistoso tenis en el que nunca tuvo gran oposición.

Verdasco no da opción a Ramos

Albert Ramos experimentó una ligera mejoría en el comienzo del segundo set. Pese a sufrir en los intercambios largos y no incomodar con su derecha, el segundo cabeza de serie en Bastad era capaz de cerrar sus servicios sin sufrir, pero trabajando todos y cada uno de los puntos.

El primer golpe al partido tuvo lugar en el quinto juego. Pese a esa pequeña evolución en el juego de Ramos, el catalán siguió remando a contracorriente, provocando que la intensidad y la confianza de un Verdasco in crescendo desbordase por completo al número cuatro español; con 2-2, el madrileño aprovechó las lagunas de Ramos para quebrar por segunda vez en este partido, certificando la rotura y poniendo el 4-2.

El partido quedó sentenciado en el siguiente juego. Ramos, decaído y sin respuesta alguna ante el vendaval Verdasco, volvió a ceder su servicio en un largo game en el que incluso salvó otras tres pelotas de break; no obstante, sus fuerzas no daban para más, probablemente tras su duro partido de debut ante Thiago Monteiro, que se extendió más allá de las dos horas. Con 5-2, y sacando para materializar la victoria, se vio algo inédito en este partido, cuando Verdasco tuvo que salvar la primera bola de rotura que tenía Ramos en el día de hoy. Finalmente, y a un nivel estelar, el ex número siete del mundo selló su pase a las semifinales, tras poco menos de hora y media, por 6-3 y 6-2.