Como no podía ser de otra manera, los años no pasan en balde, y mientras al principio las relaciones viven su punto álgido, donde todo es felicidad y los problemas están a un lado, el paso de los años hace que los problemas aparezcan. Y esto es lo que le ha ocurrido a Carla Suárez con su entrenador Xavi Budó. El técnico le llevó a la élite y le enseño durante ni más ni menos que diez años todos los entresijos necesarios para pelear contra las mejores. Fue su mejor apoyo y su mejor consejero, pero tras una fructifera relación, Carla necesita un nuevo rumbo que le permita resurgir del infierno en el que se ha ido hundiendo poco a poco con el paso de los meses hasta figurar en estos momentos en el puesto número 31 del ránking WTA, muy lejos del puesto número seis en el que llegó a militar. El punto final de la relación entre Carla y Budó abre la puerta para que la tenista contrate un nuevo preparador que le devuelva a la senda del éxito, mientras que el entrenador buscará seguir su camino profesional junto a otra tenista.

Carla llegó al estrellato de la mano de Budó

Desde el 2007 que se unieron como pareja profesional, Carla fue poco a poco mejorando hasta que en el año 2009 conseguía llegar a su primera profesional en el circuito de la WTA, siendo el Torneo de Marbella el que le convertía en subcampeona tras sucumbir ante Jelena Jankovic. Un año después volvería a llegar hasta la última ronda en Marbella, sucumbiendo en esta ocasión ante Flavia Pennetta. Tendrían que pasar dos años hasta en 2012 Carla Suárez llegaba a una nueva final, en este caso en Estoril, cita en la que no podía vencer a Kaia Kanepi. A partir del año 2013 crecería notablemente el nivel de la tenista canaria, que empezaría a codearse con las mejores en las rondas finales, llegando a disputar el título en Acapulco, donde no podía con Sara Errani, y posteriormente en Oeiras era derrotada por Anastasia Pavlyuchenkova.

La mala suerte de perder cuatro finales de forma consecutiva sería cortada en 2014 en Oeiras, cita en la que se tomaría la revancha tras perder la final el año anterior imponiéndose a la rusa Svetlana Kuznetsova para conquistar su primer título WTA. La mejoría sería aún más notable cuando Carla no solo brillaba sobre tierra batida, sino que empezaba a ser competitiva en otras superficies en 2015, como la pista dura, en la que llegaría a la final en Miami, donde no podía saltar a pista por una lesión entregando el título a Andrea Petkovic, teniendo escasos meses después una gran actuación en el Premier Mandatory de Miami, donde claudicaba en la gran final ante ni más ni menos que Serena Williams. Sin ninguna duda 2015 era el año en el que mejores resultados lograba la canaria, pero no terminaba de tener suerte en las finales, cayendo en el Premier 5 de Roma ante la rusa María Sharapova. Su incansable trabajo y la importante ayuda de Xavi Budó la llevarían a lograr el mejor título de su carrera hasta el momento en 2016 en el Premier 5 de Doha, cita en la que se imponía a Jelena Ostapenko. 

Carla busca nuevas metas

A través de sus redes sociales, Carla Suárez anunció la ruptura con su entrenador Xavi Budó mediante un comunicado. "Quería comunicarles que justo después de mi participación en el torneo de Wimbledon, Xavier Budó Bartumeu y yo decidimos de mutuo acuerdo finalizar nuestra relación profesional tras diez años de trabajo en común. Sólo puedo tener palabras de agradecimiento hacia Xavi por su compromiso, todos los conocimientos que me transmitió y por todo lo que me ha permitido aprender y crecer como persona y como tenista. Llegué a Barcelona para intentar ser profesional y juntos hemos conseguido llegar al Top ten durante dos años, alcanzar el número seis mundial, así como títulos importantes (Doha) y grandes finales (Roma o Miami). Desde aquí sólo puedo darle las gracias y nunca olvidaré lo que ha hecho por mi. Por mi parte, seguiré trabajando y entrenando duro para seguir creciendo como deportista", fueron sus palabras.