Es el gran momento de Garbiñe Muguruza. La tenista española ha demostrado mayor madurez en los últimos meses, reinventando la fórmula que ya la hizo ser campeona en Roland Garros 2016, año en el que además se ubicó como la número dos del mundo, para coronarse nuevamente en un Grand Slam en Wimbledon este año y más allá de eso encontrar la consistencia necesaria para sostener su buen momento torneo tras torneo.

Muguruza ha sido la mejor en los últimos dos meses y comienza a acercarse peligrosamente a la batalla por el número uno del mundo, en la que recientemente han sido protagonistas Karolina Pliskova y Simona Halep, a quienes venció camino a la conquista del título en Cincinnati, para perfilarse con fuerza entre las favoritas rumbo al Abierto de los Estados Unidos. La mejoría más notoria de Garbiñe es la de sostener la mentalidad necesaria para ejecutar efectivamente sus potentes golpes a lo largo de los puntos, minimizando los errores no forzados y elevando la efectividad de su ataque, un todo que se puede resumir a gran escala en una palabra: consistencia.

El servicio es una de las claves de Muguruza en esta renovada versión | Foto: Zimbio
El servicio es una de las claves de Muguruza en esta renovada versión | Foto: Zimbio

El saque también es herramienta clave para la reinvención de la campeona. Es el principal aliado de Muguruza, funcional tanto para ampliar ventajas como para zafarse de situaciones comprometedoras. Ejemplo de ello fue lo vivido en Cincinnati, donde salvó tres puntos para partido en contra en la tercera ronda ante Madison Keys y salvó oportunidades de quiebre ante Pliskova y Halep para mantener intacto su saque en la semifinal y la final, respectivamente, respondiendo muy bien frente a las diversas situaciones que se pueden presentar ante las diferentes rivales en cualquier instancia de los torneos.

Si de números se trata, Garbiñe viene acumulando un gran récord desde Wimbledon con una marca personal de 16-2, con los títulos de Wimbledon y Cincinnati, semifinales de Stanford y cuartos de final de Toronto.

Muguruza con su título de Wimbledon, el segundo Grand Slam de su carrera | Foto: Zimbio
Muguruza con su título de Wimbledon, el segundo Grand Slam de su carrera | Foto: Zimbio

También el aprendizaje en el camino cuenta, con Muguruza venciendo a Keys en Cincinnati después de haber perdido con ella en las semifinales de Stanford, además de encarar en gran manera el reto ante Pliskova para ganarle por segunda ocasión en ocho encuentros, siendo la primera vez que le vence en sets corridos. Además, la española ha vencido en los últimos dos meses a dos número uno reinantes como lo fue el triunfo ante Kerber en la cuarta ronda de Wimbledon y el más reciente ante Pliskova en las semifinales de Cincinnati.

Con el Abierto de los Estados Unidos a la vuelta de la esquina, Muguruza llega como la tercera de mejor clasificación mundial. Será en Nueva York donde una vez más pondrá a prueba todo el engranaje de su tenis que ha trabajado en los últimos dos meses con la fórmula que la ha convertido en una consistente atleta con la sangre de campeona.