Una actuación más que sólida la del español, que controló perfectamente desde el arranque los golpes del argentino, neutralizandolo en sus golpes y su fuerte servicio. Incluso con  un break inicial jugó un partido muy inteligente y esperó también los errores de su adversario ganando grandes puntos sobre la red. Quien fuera campeón en el ATP de Estoril terminó con la posibilidad de un duelo argentino en la final, pero se podría cruzar con Del Potro, Nadal o Federer. Este último viene en gran escalada en el 2017 con títulos, incluídos dos Grand Slam y en Flushing Meadows podría conseguir el tercero, en la búsqueda de retornar como número uno.

En Roland Garrós, el español había conquistado lo que hasta esa altura de su carrera era una marca poder acceder a los cuartos, partido que terminaría perdiendo con Nadal (1º), por retiro, cuando perdía 6-2 el primero y 2-0 en la segunda manga y que hoy vuelve a ser noticia tanto en los medios españoles, como en todo el mundo porque escribió la página más importante desde que es profesional. Un jugador que sigue dando que hablar en el circuito y ahora lo ratifica en sus primeras semifinales, claro antes hay jugadores de talla como los mencionados.

Grito de gloria y los brazos bien abiertos para Carreño Busta, que está disfrutando de este gran momento a sus 26 años. Una revancha también, por su ausencia en Wimbledon, producto de una lesión. Su camino arrancó en aquella derrota en Winston Salen, la antesala del Us Open y una caída temprana ante Julien Bennetau (100º). En primera ronda venció en un largo partido al local Evan King (308º), al británico Cameron Norrie (225º) en segunda ronda, el francés Nicolás Mahut (225º), para acceder a la cuarta ronda donde doblegó al canadiense y Next Gen, Denis Shapovalov (65º). Así las cosas tenía en frente a un gran jugador como lo es el argentino.

El Peque, quien viene dando que hablar en cuanto a sus cualidades como jugador en estos últimos tiempos, aunque sea profesional desde 2010 y conforma también el equipo argentino de Copa Davis, que en pocos días tendrá que salvarse del descenso a la Zona Americana ante Kasajstán. No registraba ningún enfrentamiento previo contra el español, por lo que sería todo una incógnita, salvo esos partidos de entrenamiento entre ambos y esa confianza por una cierta relación existente entre ambos y reconocida por el mismo Pablo Carreño Busta, para la prensa oficial del torneo, una vez finalizado el encuentro.

Hasta aquí llegó la ilusión para Diego Schwartzman, que de igual modo deberá mirar las cosas con el vaso medio lleno. De un nivel casi extraordinario, se logró posicionar en los cuartos del US Open, algo que sólo con Del Potro venía ocurriendo para el momento que a traviesa el tenis argentino. Lejos de aquellos grandes nombres de la Legión, Nalbandian, Cañas, Puerta, Acassuso, por mencionar algunos y claro aquellos finalistas en Roland Garrós 2004, que marcaron un hito en la historia del deporte de ese país. Pero también lejos de apellidos como Vilas y Clerc, con varios títulos en su poder.

Si uno repasa un poco el presente de Schwartzman se encontraría con grandes demostraciones de tenis y buenas participaciones en torneo, algo que hoy lo posicionan como el segundo argentino, detrás de Juan Martín Del Potro. Para enfocarnos en este año, accedió a cuartos del Masters 1000 de Toronto, también en Hamburgo, donde otro argentino Leo Mayer (59º) se quedó con el título, en Bastad perdió en esa instancian ante el ruso Kuztnetzov (75º), no le fue bien en Wimbledon (cayó en primera ronda) y llegó a los cuartos en la modalidad de dobles con jiri Vesley (55º) como pareja, en Nothingam. De esta forma llegó a los Estados Unidos, donde vivió una semana muy especial: Aplastó a Berlocq (95º) en primera ronda, en la siguiente instancia hizo lo propio ante Jarko Tipsarevic (67º), en la tercera ante un Top Ten como Marin Cilic (7º) y en cuarta en un gran partido, al francés Lucas Poullie (20º).

El partido arrancó con un enchufado Carreño Busta que rápidamente se puso 2-0 y break arriba. El Peque se notaba estático y le costaba ese juego que le proponía el español, sin embargo no tardaría en responder. Después llegaría el 3-1 y 3-2 que marcaban el térmometro de un partido muy complicado, ambos con ansias de llegar ante sus primeras semifinales y eso se notaba. Como volvería a suceder más adelante, tuvo chances muy claras de quebrar y las perdió increíblemente. Estaba 4-2 y 5-2, abajo lo que hacía ver que la mano era complicada. A pesar de quebrar en el siguiente game y ,lograr uno con su saque, no alcanzaría para evitar el 6-4.

Schwartzman debía despejar su mente y olvidar lo que había acontecido en el set anterior, por que es en definitiva el juego de la cabeza y las piernas con las que se gana este partido. Sin embrago, la presión que generaba el momento evidentemente jugaron en su contra, al igual que algunas jugadas riesgosas sobre la red o devoluciones muy fuertes y largas pero que no terminaron bien y fueron muy bien aprovechadas por Carreño Busta, quien volvió a quebrar en el tercero.

Pronto Schwartzman igualaría las cosas 3-3 y hacía pensar en un partido largo de cinco sets, en caso de que pudiera controlar su estado anímico y psicológico, en parte. Como en la primera manga, desperdició tres oportunidades de break, justamente por no saber o encontrar la claridad necesaria para definir, sumado a una pérdida de su servicio, que derivó en otro 6-4 y la situación bien encaminada para el ibérico. Ya derrumbado, cansado físicamente y mentalmente afectado por los dos sets de desventaja, Schwartzaman hizo lo que pudo, pero dejando bien alto su labor en el torneo, por la instancia a la que alcanzó Para cerrarlo definitivamente fue quiebre,  en el primer game para  Carreño Busta y así se puso 3-1, que con el posterior 4-2 terminó siendo la sentencia y ya saboreaba su acceso a las semifinales en el Arthur Ashe Stadium, ya en la tarde nieoyorquina.

Fueron siete aces para el asturiano; un  porcentaje casi idéntico en cuanto a lo que es puntos con el primer servicio 64 a 63%; una buena cantidad de break points salvados, ocho de diez y 75 a 20% los convertidos, en donde se nota donde fue el foco más importante de su victoria; 30 golpes ganadores contra 21 del Peque Schwartzman y 86 contra 57% de los juegos ganados con el primer servicio del sudamericano. En definitiva, nada que reporcharle a Schwartzman y su mejor participación este Grand Slam, que tan especial resulta para los argentinos, es decir en la memoria de campeones como Vilas, Gabriela Sabattini frente a Steffy Graff en los 90´y Del Potro ante Federer en 2009. Para Carreño Busta, una oportunidad única con un rival que de momento no sería ni Djokovic, Ni Murray, Federer o el propio Nadal. Querrey, dueño de casa y Anderson el cruce de semis. 

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Sobre el autor
Nacho Núñez
Periodista deportivo formado en la escuela de periodismo deportivo, DeporTEA. Actualmente estudiando la carrera de Comunicación Social en la UBA. He escrito en varios sitios webs, incluso cubrí el fútbol de ascenso argentino, para un programa de radio semanal "Ascenso País". Durante mi formación realicé un curso de edición periodístca online y otro sobre manejo de cámaras. Fui redactor de la sección Handball para Vavel Argentina y actualmente hago Tenis para su versión española.