Después del despido de Gala León, fulminada por Fernando Fernández-Ladreda en una de sus primeras decisiones al frente de la federación española de Tenis en 2015, cuando la polémica machista con respecto a la capitana estaba en su punto álgido, Conchita Martínez tomaba los mandos del combinado nacional. Tanto las chicas como los chicos estaban en la segunda división del tenis mundial, y con profundos problemas estructurales, algo de lo que Conchita, con mucho trabajo, dedicación y talante consiguió enmendar, llevó tanto al equipo de Copa Davis a la primera división del tenis mundial como al equipo de Fed Cup.

En la presente temporada, después de haber renovado una temporada Conchita, la selección española masculina debutaba en su regreso al Grupo Mundial de Copa Davis visitando a Croacia, una eliminatoria que conseguían superar para finalmente sucumbir en la segunda ronda, algo que les permitía mantener la categoría sin la necesidad de tener que pasar por la repesca. En cuanto al equipo de Fed Cup, tenían que batirse en duelo en su regreso a la élite contra ni más ni menos que la República Checa, auténtica dominadora durante los últimos años del tenis femenino, cayendo por 3-2 para tener que jugarse su presencia en el Grupo Mundial en la repesca contra la todopoderosa Francia, y sin poder contar con Garbiñe Muguruza y Carla Suárez, el equipo español se tenía que jugar se presencia un año más en la primera división con Silvia Soler, Sara Sorribes, María José Martínez y Olga Saez, que nada podían hacer para evitar un contundente 4-0.

Se acabó la época Conchita

Este jueves, por medio de un comunicado, la federación española de tenis comunicaba que "atendiendo al consenso general, ha decidido dar por finalizado el contrato de Conchita Martínez como seleccionadora de los equipos españoles de Copa Davis y Copa Federación. En la reunión mantenida esta mañana en Barcelona, los miembros de la citada Junta han acordado, de forma unánime, un cambio en la dirección de nuestros equipos profesionales". Como no podía ser de otra manera, la RFET destacaba "la gran labor que ha realizado Conchita Martínez en estos años al frente de los equipos más emblemáticos de nuestro tenis", y por otro lado expresando su "agradecimiento a Conchita Martínez. En los años como capitana del equipo de Copa Federación y Copa Davis ha realizado un gran trabajo. Hemos decidido cambiar, apoyados en un consenso general, para afrontar nuevos retos en 2018 con nuestros equipos".

No se hizo esperar ni mucho menos la respuesta de Conchita Martínez, que a través de un comunicado mostraba su importante enfado con la destitución fulminante que no se esperaba en ningún momento.

"Comparto con vosotros mi decepción y malestar con la RFET, quien me ha trasladado a última hora de esta tarde que no contarán conmigo en la próxima temporada. Es muy desagradecido tomar las riendas del barco cuando hay tempestad y cuando consigues la tranquilidad y el compromiso prescindan de ti. Se suponía que con la llegada de la nueva directiva la situación cambiaría, pero es más de lo mismo, el tenis sigue sin ser una prioridad.

En circunstancias complicadas he aceptado sus condiciones, que en otra situación no aceptaría. El abandono que he sentido durante estos meses me hacían presagiar que se prescindiría de mi trabajo, más cuando, por primera vez en los últimos años, esta nueva ejecutiva me retiró la posibilidad de acompañar a los jugadores y jugadoras y hacerles seguimiento presencial durante los Grand Slams. Entiendo que los relevos a veces son necesarios, y después de tres temporadas podría esperar el de Copa Davis, no así el de Copa Federación, donde las bases estaban totalmente asentadas tras cinco temporadas.

Estoy muy agradecida a nuestros jugadores y jugadoras, ha sido una experiencia positiva donde me llevo las emociones sentidas y vividas en todas y cada una de las eliminatorias en las que defendíamos los colores de España. Un orgullo haber podido trabajar con los mejores tenistas del mundo. Me duele por los aficionados, con quienes comparto su amor y pasión por el tenis, que han estado ahí siempre apoyándonos en cada partido, por televisión, en la grada o con sus mensajes a través de las redes sociales.

Mi motivación y ganas siguen intactas, como el primer día, me habría gustado continuar, pero la decisión ha sido unilateral, por parte de la RFET. Considero que después de toda mi contribución e implicación con el tenis español no me merecía un final de esta forma, a mi parecer, tan irrespetuosa".