Kyrgios en el primer set estuvo controlado, trato de jugar su tenis sin descontrolarse sin lujos, pero en frente tenía un espejo, Bemelmans con su potente saque no permitió nunca que Kyrgios lograra meterse en la cancha y ejercer presión sobre la devolución algo que lo hace con muy bien con seguridad, sobre todo cuando los rivales son más débiles.

En el único momento donde el australiano, pudo mostrar su clase, fue en el tie break, donde logro hacer dos miniquiebres para quedarse con el desempate por 7-3 y tomar el primer set después de 40 minutos.

En el segundo set, Bemelmans jugó mejor que en el primer set más seguro y aunque asumió más riesgos sobre todo en el primer juego donde estuvo a punto de perder el servicio, en el sexto juego sacando el australiano logro quebrarle luego de tener un triple punto de quiebre. El belga, luego de quebrar, no pudo sostener su servicio, puede que se haya desconcentrado ante un rival que ya roza lo insoportable, que se está auto flagelando en una cancha de tenis y que lo mejor que debería hacer el australiano es quedarse por un tiempo en su casa. Pero en esta oportunidad su juego de devolución y el descontrol del partido llevaron a que el belga no pueda sostener el quiebre y perdiera su servicio.

Luego de que Kyrgios emparejara las cosas el europeo se aprovechó del australiano y esta vez lo quebró muy fácilmente para luego sostener el saque y quedarse con el segundo set.

El último conjunto fue muy similar. Kyrgios fue una vergüenza de sí mismo, jugo enojado todo el set, se peleó con el público, con el juez de silla y eso favoreció a Bemelmans quien con dos quiebre el primero en cero en el tercer juego del set y el segundo más trabajado en el epilogo del partido, paso a la tercera ronda donde lo espera el duro Souza, un jugador que puede ganarle a cualquiera si esta preciso. Kyrgios, ya sobrepasa lo insoportable, no permite que el tenis sea atractivo y por momento deja de ser una promesa de número para ser un posible retiro.