Diego Schwartzman está de moda. Y lo ha demostrado en su debut en el torneo de Amberes (Bélgica), que se disputa en una superficie indoor (pista cubierta), que teóricamente no viene bien para su juego. Pero el argentino está en un momento de confianza enorme, está cuajando un gran año y ahora mismo se encuentra en el mejor ránking de su carrera, ocupando la 26ª posición mundial. 

Así que no ha necesitado adaptación alguna para vencer a un Ernesto Escobedo que venía muy rodado en este mismo torneo. El jugador estadounidense de ascendencia mexicana, miembro de la "Next Gen", se había estrenado ya en el torneo venciendo en dos sets a otro de los jóvenes jugadores tan prometedores como es el canadiense Denis Shapovalov. Y es que el "Peque" Schwartzman, nada más aterrizar en Bélgica ya había roto el saque de Escobedo en blanco. No le duró mucho la alegría al rápido jugador argentino, tras no aprovechar otra ocasión de break para el 3-0, perdió su servicio, y después de un juego eterno al servicio del norteamericano, éste se colocó por delante en el marcador con el 2-3. 

Ahí fue cuando Schwartzman no dio tregua a su rival y ganó seis juegos seguidos sin discusión. Cuatro de ellos le sirvieron para cerrar el set y dos más para adelantarse en el segundo parcial. El partido parecía decidido, el argentino mandaba desde la línea de fondo y pasaba una y otra vez a Escobedo cuando atacaba. Pero se relajó el jugador de Buenos Aires y perdió hasta cuatro juegos seguidos. Fue tal la crisis del argentino que se vio 3-5 abajo en el set y tuvo que salvar con su servicio hasta dos puntos de set de Escobedo, que se sentía el dominador del encuentro con su derecha, un golpe que pronto dará mucho que hablar en un futuro no muy lejano. Pero ahí salió a flote la experiencia de Diego, que este año ha mejorado mucho en el aspecto mental, y logró darle la vuelta al juego y al set, consiguiendo imponerse en la muerte súbita y avanzando así a cuartos de final. 

Es el primer paso de un Schwartzman que defiende la final conseguida el año pasado. No será fácil, hay que recordar que éste es tan solo el tercer torneo que disputa como profesional en pista dura bajo techo, pero desde que se codea con los grandes en el circuito, es capaz de cualquier cosa. El siguiente test será ante el ganador del duelo que disputarán el español David Ferrer y el jugador local Steve Darcis.