Dos veteranas con desigual experiencia en las WTA Finals, con Peschke, anterior número uno del mundo, haciendo su sexta aparición, y su pareja Groenefeld debutando, a pesar de que en su día alcanzó el séptimo lugar en la clasificación. En una temporada marcada por su regularidad, alcanzando once veces los cuartos de final de un total de 22 torneos en los que participaron, únicamente se alzaron con el trofeo de Praga, derrotando a otra de las parejas de las WTA Finals en la final, Hradecka y Siniakova.

Comienzos complicados

Con un comienzo de temporada intermitente, alternando cuartos en Sydney y Doha, con derrotas en octavos de final en Brisbane, Australian Open y Dubai, siendo ésta última la primera de varias derrotas frente al dúo formado por Chan y Hingis a lo largo del año, pareja que junto a Makarova y Vesnina le costó más de un disgusto al dúo formado por la checa y la alemana.

Ascenso en tierra batida

La regularidad se vio reflejada en la temporada de tierra batida, con un gran comienzo ganando a las hermanas Chan en Charleston, torneo en el que alcanzarían las semifinales, donde caerían frente a las jugadoras líderes de la clasificación de dobles en ese momento, Mattek-Sands y Lucie Safarova. El mismo resultado alcanzarían en su siguiente torneo, en Stuttgart, donde perderían, también en semifinales frente a Spears y Srebotnik.

En Praga desplegarían su mejor nivel, alcanzando la final y ganando a las ya mencionadas Hradecka y Siniakova. Con el final de la temporada de tierra batida y el principio de la de hierba, comenzaría una época de altibajos de nuevo, cayendo nuevamente ante Chan y Hingis en los cuartos de final de Madrid, en octavos en Roma, y en primera ronda de Roland Garros.

Ganando al némesis sobre hierba

La temporada de hierba parecía dar continuidad a este bajón, cayendo en Mallorca de forma sorpresiva en cuartos de final, y aplastadas, de nuevo en cuartos, esta vez en Eastbourne, por Chan y Hingis. 

Sin embargo, sus dos torneos siguientes iban a marcar su temporada, llegando a semifinales de Wimbledon, vengándose por fin de Chan y Hingis en cuartos de final, en un encuentro tremendamente emotivo en el que remontaron un 1-4 en el decisivo tercer set. Caerían en el siguiente partido ante la otra pareja que se les atragantó durante el año, Makarova y Vesnina. En Toronto darían continuidad a su buen juego, derrotando de nuevo a Chan y Hingis en cuartos de final y cayendo al igual que en Wimbledon, ante Makarova y Vesnina, esta vez en la final. 

A pesar de experimentar otro pequeño bajón en la gira americana y en la gira asiática, donde experimentarían una nueva derrota ante Chan y Hingis en Wuhan de manera aplastante pudiendo únicamente hacerles un juego en todo el partido, ambas se han ganado el derecho y la plaza para plantarse en las WTA Finals como unas rivales peligrosas a las que nadie debería perder de vista, ya que podrían dar alguna sorpresa...