El argentino empezó como un grande, luego se descontroló y permitió que el japonés le emparejara las acciones y debía cuando debía cerrar el partido lo definió con instinto asesino, ese instinto que lo llevo hoy a ser el tercer argentino con más triunfos en la historia, superando a José Luis Clerc. Del Potro llegó a 376 triunfos y pasó a batata, su meta ahora es David Nalbandian con 383 triunfos, para luego tener un trecho casi imposible de alcanzar que es el de llegar a Guillermo Vilas que posee 929 triunfos.

El primer set fue un monologo del argentino incontenible, como si jugara en el fondo de su casa, muy tranquilo con muy buenas sensaciones, con un tenis contundente, que era para el japonés algo muy difícil de levantar.

Comenzó quebrando en cero el servicio del japonés, quien con la potencia de las devoluciones del argentino no se podía mantener estable, debiendo forzar el servicio para evitar que el argentino no lo ataque sobre el segundo saque. Fue una misión imposible para el japonés sostener su servicio y fue así que el argentino le quebró en dos oportunidades para luego sostener con su saque y colocarse rápidamente 4-0.

Con la tranquilidad de estar dos quiebres por encima, Juan Martín bajo un poco la intensidad de su juego y eso permitió que el Sugita esté a punto de volver al partido cuando con él saque del argentino, el japonés tuvo dos oportunidades de quiebre que el argentino supo sostener su servicio para quedarse con el set. Delpo por momentos fue contundente, ya con su revés a punto de tener la misma potencia de su drive lo llevaba para atrás a Sugita.

El segundo set tuvo un comienzo similar al primero, el argentino volvió a meter presión sobre el segundo saque del japonés y fue así que le quebró en el primer juego del set para comenzar con ventaja el set. Pero el final del primero y el comienzo del segundo no fueron lo mejor del torneo para Juan Martín y luego de sostener el quiebre, tuvo dos juegos para el olvido, donde el argentino se volvió a desenfocar, como en China y empezó a errarle a la cancha. Jugó tan mal que permito que Sugita recupere el quiebre y que vuelva a ponerse en partido.

El jugador asiático quien se destaca por sostener la pelota y tener un muy buen contragolpe, empezó a complicar al argentino, quien ya no tenía el control total de las acciones y perdía la paciencia y eso le generaba un sin número de errores no forzados. Luego del descontrol del argentino, ambos con su servicio jugaron el juego que se habían planteado, el argentino con toda su potencia y el japonés con su juego de fondo de la cancha con un alto nivel de control. Esta paridad llevo a definir el set en el tie break, donde Juan Martin Del Potro con una combinación de misiles le ganó el partido.

Del Potro le tiró toda la artillería a Sugita, fue la única manera de sacarse de encima al jugador asiático quien había remontado el partido, y estaba en su mejor expresión. Del Potro lo ganó a lo Del Potro, no habia otra manera de hacerlo.