Damir Dzumhur y Ricardas Berankis se enfrentaban en la final de la Kremlin Cup, luego de que Dzumhur venciera en el histórico duelo a su compatriota Basic (primera vez en la historia que dos bosnios accedían a una final) y Berankis de un mal año donde de estar en el top ten a base de varios triunfos el año pasado en Challenger, dio ayer la nota al ganarle al encumbrado francés Adrián Mannarino.

El partido se planteó con juego de fondo, con una dura prueba para Dzumhur que era la primera vez donde era favorito total en una final, y fue que el comienzo lo encontró mejor a Berankis, más agresivo y en el primer juego ya tuvo su primer punto de quiebre que lo despilfarro por apurarse.

Berankis le erraba a la cancha

Berankis con un buen comienzo de saque, cerrando en cero planteaba como iba a desarrollarse el partido, el lituano tratando de acortar los puntos de no dejar que el bosnio se meta en el partido y el bosnio con su juego de fondo y contragolpe. Dzumhur sin primero saques comenzó favoreciendo el juego que imponía el lituano, ya que nuevamente en su segundo juego de saque volvió a tener otro punto de quiebre, pero la habilidad de a poco del bosnio empezó a presentarse en Moscú y logro salvar por segunda vez su servicio. Luego de desperdiciar dos oportunidades de quiebre el lituano, tuvo un juego para el olvido, errando muchas demasiado y eso contra un jugador tan prolijo como el bosnio se paga caro y Berankis lo pagó con la pérdida del servicio.

Luego de ceder su saque Ricardas volvió a presionar a Dzumhur quien hasta este momento no había hecho nada para tener tanta ventaja y tuvo otra oportunidad de quiebre que volvió a desperdiciar por volver a tomar una decisión apresurada y permitió que el bosnio sostenga su servicio y se adelante 4-1.

El partido verdaderamente era muy malo, muchos errores no forzados, cortado, sin emociones y sin jugadas de calidad, es como si a los dos le pesara la final. A Dzumhur le pesaba el protagonismo, se sostenía porque apretaba en los momentos más duros del partido y además porque Berankis hacia lo posible por errarle a la cancha. Y Dzumhur comenzó a aprovecharse de los errores del lituano y gracias a dos tremendas jugadas le volvió a quebrar el saque y se quedó con el primer set en tan solo treinta y tres minutos.

Dzumhur, descontrolado

El comienzo del segundo fue auspicioso para Berankis, todo lo que había errado en el primero lo metió en el primer juego de set y gracias a su preciso revés, le quebró en cero el saque al bosnio, sosteniendo luego el quiebre con su servicio en cero.

Dzumhur se descontroló, empezó a tirar la raqueta y a seguir errando, agregándole al combo una doble falta, y gracias a ello Berankis que ya había dejado de cometer errores no forzados, tuvo siete puntos de quiebre, cada uno de ellos por atacar el segundo servicio del bosnio con muy buenas paralelas, pero Dzumhur luego de trece minutos de duración del juego logró salvar el saque, aunque no se lo veía con buenas sensaciones.

Luego de tremenda travesía, que fue la del juego anterior, Berankis volvió a ser por un momento el del primer set y eso agrandó al bosnio quien se aprovechó de errores infantiles del lituano para tener el primer punto de quiebre del segundos set, que lo despilfarró Dzumhur, permitiendo que el lituano sostenga el servicio. Con un Damir Dzumhur totalmente descontrolado, peleándose con el árbitro, tirando una pelota que casi le pega a su rival, volvió a ceder su servicio para que fuera el lituano quien se adelantó por 4-1.

Un Berankis inmutable, que no se metió en el rollo del bosnio, logró sostener su servicio en cero para luego volver a tener tres oportunidades de quiebre para quedarse con el set, aprovechando la falta de primeros saques del Dzumhur y logro su cometido gracias a que su rival le regaló el saque con una doble falta. El partido igualado en set, con un Berankis que hasta ese momento estaba mucho mejor mentalmente.

Cierra el partido Dzumhur por calidad

El comienzo del tercero fue más ordenado, ambos sostuvieron sus servicios, siendo fundamental para Dzumhur meter el primero porque con el segundo el lituano lo ponía a defenderse. Pero ante el juego controlado de ambos la supremacía estaba del lado del bosnio, quien luego de volver la locura, logro llevar a Berankis a cometer errores no forzados y eso le permitió primero quebrar el saque en la única oportunidad que tuvo en el tercer set y luego sostener el suyo para quedarse con el segundo título de su carrera.

Un partido raro, con un set para cada uno y un tercer set donde el mejor de ambos prevaleció por mayor calidad y por estar pasando un buen momento tenístico aunque hoy no fue su mejor partido. Bosnia ya tiene su primer prócer del tenis es Dzumhur quien le da a su pequeño país un nuevo título del ATP.

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Sobre el autor
Rodrigo  Desmedt
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