"Da rabia perder un partido tan apretado". Esa era la sensación con la que se quedó Pablo Carreño a la conclusión de su debut en la Copa de Maestros, que se saldó con una derrota por 3-6, 6-3 y 4-6 ante Dominic Thiem, lo que definitivamente dejará las semifinales sin ningún representante del tenis español. Sin embargo, el jugador asturiano supo valorar lo que significa jugar una competición como estas Nitto ATP Finals. "Ha sido una experiencia increíble, algo único que hay que vivir", explicó ante los medios.

Para Pablo, poder estar en un escenario como la pista central del O2 Arena fue un nuevo paso adelante en su carrera. "Cuando he entrado a la pista me han venido a la mente mil cosas. Tenía la piel de gallina, y me he sentido muy bien", comentó. "Aquí el juego de luces es espectacular, las pantallas enormes, te impresionan un poco, y el público ha estado muy bien. Creo que se ha divertido, por lo que yo he sentido en la pista", dijo sobre la atmósfera reinante.

Sobre el partido, Carreño sintió que lo había tenido cerca, pero que se le escapó en pequeños detalles. "El primer juego del tercer set ha sido el peor del partido, me he despistado un poco y sentía que podía ganar. Quizás me he relajado un tanto y me he sentido un poco nervioso", analizó.

Recuperar el nivel del US Open

Sin embargo, no todo fueron malas noticias, ya que el español logró recuperar en este partido el nivel que había ido bajando paulatinamente en este final de temporada, sobre todo con su inesperada derrota en París Bercy, que le complicó su presencia en este Masters. "Desde el US Open no me sentía así en la pista, tan agresivo, dominando los puntos, disfrutando, y eso es muy bueno, y me tiene que servir para encarar el próximo partido y sobre todo la próxima temporada, porque no había podido demostrar el nivel que había tenido hasta ahora", comentó con optimismo.

Con respecto a esta competición, y sobre todo con el resultado negativo que traía, Pablo dijo que "sabía que era muy difícil" clasificarse, y que alcanzar las semifinales "no era un objetivo real". Lo importante, según el asturiano era "coger sensaciones buenas y sentirme jugando a este nivel, y demostrarme a mí mismo el por qué soy 'top ten' y estoy en este torneo".

La temporada de Pablo Carreño aún no ha tocado a su fin. Al número 10 del mundo todavía le queda un partido por disputar en este O2 Arena londinense, el que le enfrentará a Grigor Dimitrov. Ante el búlgaro, que ya está clasificado para semifinales tras arrasar a David Goffin, Carreño espera "plantar cara y hacer un buen partido, para ir con buen sabor de boca a la pretemporada".