La marea del Támesis ha traído consigo a un buque belga capitaneado por David Goffin, que ha domado las fuertes embestidas de Dominic Thiem para conseguir un triunfo vital. De esta forma, el austriaco se ha quedado en la orilla de las finales ATP y no ha conseguido el pase a las semifinales. Goffin hace historia al clasificarse para sus primeras semifinales de la copa de maestros en su "segunda" participación, ya que el año pasado entró como suplente y sustituyó a Monfils para perder en dos sets ante Djokovic.

El partido arrancó con un Thiem brutal, que consiguió un break y se puso tres juegos arriba. Todo hacía pensar que Goffin iba a tirar el partido, teniendo en cuenta que la semana que viene se juega la final de la Copa Davis ante Francia y su baza será muy importante para los intereses de su país. El belga consiguió la friolera de cinco juegos seguidos, poniéndose por delante en el marcador y consiguiendo más tarde el set.

Durante toda la segunda manga hubo un total de nueve bolas de break, de las cuales solamente tres se convirtieron. Todas ellas a favor de Goffin, que volvió a encadenar cinco juegos seguidos para llevarse el partido. Un impotente Thiem, que no perdió las formas en ningún momento del encuentro, se veía incapaz de hacer daño a su rival, que recuperó las sensaciones del pasado lunes ante Nadal para anotarse una importante victoria.

Goffin ha demostrado que la apabullante derrota ante Dimitrov fue fruto del cansancio y que va muy en serio en este torneo. Ahora su siguiente rival es Roger Federer, el favorito para el título el domingo. El cara a cara entre ambos favorece al suizo por un brutal seis a cero, con un total de doce sets a dos, pero el belga jugará sin la presión de ganar el partido e intentará ganar por primera vez al suizo en su carrera.

Después de ganar a Nadal, es bien sabido que el belga es capaz de cualquier cosa y que no le preocupa en absoluto el disputar la semana que viene la final de la Copa Davis ante los galos. Por otro lado, esta noche Grigor Dimitrov y Pablo Carreño medirán sus fuerzas en un partido ya intrascendente que servirá de entrenamiento al búlgaro para la semifinal ante Sock y de fin de fiesta para el asturiano, que está ocupando el lugar de Nadal.