Para nadie es un secreto que Venus Williams es una de las jugadoras más grandes en la historia del tenis femenino, pero tampoco es un secreto que su nivel se había venido abajo por problemas de salud, específicamente por padecer de Síndrome de Sjögren que no le permitía desarrollar su tenis de la mejor manera, incluso se perdía torneos por el cansancio y los dolores que le generaba esta enfermedad. Pero este 2017 fue el año de dejar atrás todo lo malo y volver a estar en boca de todo por sus buenos resultados.
                                  
La mayor de las Williams parece haber entrado en un estado mental en el que ella misma se dijo, “Como mi hermana estará ausente por su embarazo, yo tengo que seguir poniendo el Williams en los titulares” Y vaya que esta suposición parece muy correcta, Venus estuvo en un nivel excelente, y a pesar que no logró coronarse campeona en ningún torneo, llegó a tres finales de los cinco torneos más importantes (es decir, los cuatro Grand Slam y el torneo de maestras)

Revisión del año de Venus

La norteamericana calentó motores en Auckland, donde cayó en segunda ronda ante Naomi Osaka y parecía que la tendencia de su juego no había cambiado, pero solo debíamos esperar a que llegara al Australian Open, Venus estuvo excepcional, con un tenis que no se le veía en mucho tiempo, antes de la final solo perdió un set en semis ante Vandeweghe y ya en la final contra su hermana no pudo hacer nada, cayendo derrotada por un doble 6-4, pero eso sí, un encuentro muy entretenido que nos trajeron las hermanas, un encuentro de esos que nos hizo transportarnos al inicio de los 2000’s donde las Williams dominaban el circuito y siempre estaban presente en finales.

Las hermanas en la final del AO | Foto: Zimbio
Las hermanas en la final del AO | Foto: Zimbio

Posterior a esto, la estadounidense se presentó en ST. Petersburg, donde perdió en su debut ante Mladenovic. Después de esta decepcionante presentación, hizo sus maletas rumbo a su tierra natal, específicamente en Indian Wells donde ya el año pasado la mayor de las Williams, había puesto fin a un boicot al torneo que permaneció durante 15 años. Finalizó su participación en los cuartos de final cayendo ante la rusa Elena Vesnina y puso rumbo a Miami, donde conseguiría llegar a semifinales, esta vez siendo derrotada por la británica Johanna Konta, habiendo dejado en el camino a Kuznetsova y a Kerber y a la tercera K fue la vencida, Konta la derrotó por 6-4 y 7-5 en un encuentro muy emocionante.
 
A partir de este momento, comenzó la temporada de arcilla en la que solo disputó tres torneos, Charleston, Roma y Roland Garros, en los que cayó derrotada en segunda ronda, cuartos de final y cuarta ronda, ante Siegemund, Muguruza y Bacsinszky respectivamente, demostrando que no es su superficie favorita, por eso tampoco arriesgó mucho el físico teniendo en cuenta que estaba por cumplir los 37 años, edad con la que se presentó en Wimbledon sin ningún torneo previo. La mayor de las Williams hizo un excelente torneo, haciéndonos recordar nuevamente a la Venus de otrora, esa que es casi imposible de derrotar, al menos que estés en un buen día, algo como lo que le pasó a Muguruza, que venció a Venus en un partido que fue más emocionante que lo que reflejó su marcador en el segundo set 7-5 y 6-0.

Muguruza y Venus en la final de Wimbledon | Foto: Zimbio
Muguruza y Venus en la final de Wimbledon | Foto: Zimbio

Con esta final, arrancó la gira norteamericana que no le fue del todo bien, perdió en tercera ronda ante Svitolina en Toronto y ante Barty en segunda ronda de Cincinnati y así mismo se presentó en el US Open en el que a lo contrario a los otras dos Grand Slams donde se instaló en la final, iba a afrontar partidos muy largos, jugó cuatro encuentros a tres sets ante Kuzmova, Suarez Navaro, Kvitova y finalmente Stephens que fue quien la eliminó en semifinales y terminaría quedándose con el título.
 
Finalmente jugó un torneo preparatorio antes de afrontar el torneo de maestras que fue en Hong Kong y volvió a demostrar que en los torneos pequeños en este año no logró motivarse, perdiendo en segunda ronda nuevamente ante Naomi Osaka. Así mismo hizo sus maletas y puso rumbo a Singapur donde disputaría el WTA Finals que reúne a las ocho mejores tenistas del año donde quedó en el grupo junto a Pliskova, Ostapenko y Muguruza, logrando ganarle a las dos últimas para pasar a semifinales ante a Caroline García que fue la sorpresa del torneo y con la que tuvo que batallar durante tres sets para llegar a la final ante Wozniacki que con un tenis brillante hizo que la mayor de las Williams perdiera su tercera final en el año.

Wozniacki y Venus en la final del Masters | Foto: Zimbio
Wozniacki y Venus en la final del Masters | Foto: Zimbio

Y así finalizó un gran año para Venus, que aunque no pudo concretar ninguna de sus tres finales, se vio una jugadora muy competitiva que seguramente volvió a sentirse ganadora tras varios años de sufrimientos y de frustraciones donde seguramente pasaría por su cabeza el retiro, pero menos mal que esto no ocurrió, y sus 37 años Venus es como los buenos vinos, mientras más tiempo, mejor, esperemos que vuelva a consagrarse en un gran torneo y sienta que sus esfuerzos tienen recompensa, aunque que mejor recompensa que finalizar el año dentro de las cinco mejores tenistas del mundo, cuando inició el año con más dudas que certezas.