Punto final para la historia de trabajo en conjunto que venían haciendo el croata Marín Cilic y el sueco Jonas Bjorkman, para quienes ha llegado la hora de dividir sus caminos profesionales y pensar en nuevos retos de cara a lo que será la temporada 2018. Cilic y Bjorkman trabajaron juntos por espacio de año y medio, período en el que el tenista croata alcanzó su mejor ranking, el título del ATP de Estambul, la final de Wimbledon y fue protagonista de su equipo para la permanencia de Croacia en el Grupo Mundial de Copa Davis.

En una temporada en la que fue escalando paulatinamente hasta lograr constancia en sus desempeños. Cilic no arrancó 2017 de la mejor manera al perder en su debut en Chennai e inmediatamente en la segunda ronda del Abierto de Australia, arrancando con marca de 1-3 el año tras su eliminación en el debut en Montpellier.

Su primer buen resultado del año fue en Rotterdam, donde se clasificó a los cuartos de final, luego en Acapulco alcanzó las semifinales. Tras un par de actuaciones para el olvido en Indian Wells y Miami, Marín regresó con fuerza para el inicio de la gira en polvo de ladrillo, donde sumó cuartos de final en Montecarlo y ganó el título de Estambul, venciendo al argentino Diego Schwartzman en semifinales 6-1 7-6(7) y al canadiense Milos Raonic 7-6(3) 6-3 en la final. En Roma alcanzó los cuartos de final, misma ronda que alcanzó en el Roland Garros, para cerrar con buenas sensaciones su paso por el polvo de ladrillo.

Fue en el césped donde llegó lo mejor de Cilic en 2017. Comenzando con las semifinales del Torneo de Bolduque, perdiendo con Ivo Karlovic 7-6(4) 5-7 7-6(2), pasando por la final de Londres en Queen’s, eliminado por Feliciano López 4-6 7-6(2) 7-6(8). Con estos resultados, el croata llegó a Wimbledon como uno de los principales protagonistas de la superficie y con estas credenciales fue abriéndose paso junto a Bjorkman como entrenador camino a su mejor resultado en la catedral del tenis, venciendo a Gilles Muller en cuartos de final 3-6 7-6(6) 7-5 5-7 6-1 y a Sam Querrey en semifinales 6-7(6) 6-4 7-6(3) 7-5 para caer en la gran final ante Roger Federer 6-3 6-1 6-4.

En el Abierto de Estados Unidos, Cilic fue sorprendido en la tercera ronda por el argentino Diego Schwartzman en un gran partido del sudamericano que hizo también de 2017 su mejor temporada hasta la fecha.

De Nueva York viajó a Bogotá para su participación con Croacia por la permanencia en el Grupo Mundial. Allí Cilic fue el gran protagonista al vencer en sus tres presentaciones, dando el punto final su país y mantener la posición de su selección en la élite mundial de Copa Davis.

Su reaparición en el circuito ATP fue con notas altas. Fue semifinalista del Abierto de Tokio para escalar hasta el mejor ranking de su carrera hasta la fecha, ubicándose en cuarta posición. Luego de Tokio, sumó semifinales del Masters 1000 de Shanghai, semifinales de Basilea y cuartos de final del Masters 1000 de París, firmando su clasificación al Torneo ATP de Final de Temporada en Londres, en el que se despidió sin victorias en presentaciones ante Alexander Zverev, Roger Federer y Jack Sock.

“Bjorkman y yo dejaremos de trabajar juntos. Tuvimos grandes resultados durante estos 18 meses y establecimos una gran relación. Ha sido un placer trabajar con él. Me gustaría agradecerle todo su esfuerzo y le deseo lo mejor”, publicó Cilic a través de su cuenta social en Twitter. Lo anterior fue respuesta a lo publicado por Jonas: “Gracias Cilic por estos 18 meses. Ha sido un gran placer trabajar y pasar el tiempo contigo dentro y fuera de la cancha durante este período. Tengo que respetarte por todo el trabajo duro que has hecho y por ser un caballero. Te deseo lo mejor para el 2018”.

De esta forma, llega a su fin este capítulo en la carrera de Cilic, en la que junto a Bjorkman ha logrado buenos resultados, donde la consistencia es sin duda la clave en el entrenamiento que debe hacer el croata para llegar a la cúspide de su tenis. Para Cilic ahora el desafío es encontrar reemplazo antes del comienzo de la temporada 2018.