Para John Isner el 2017 habrá dejado un mejor sabor de boca. Los dos títulos conseguidos en Atlanta y Newport, además de un buen papel en el Masters 1000 de Roma y un positivo final de temporada, han ayudado en ello. Pero la falta de continuidad en el buen juego se convirtió en algo habitual, y en ninguno de los cuatro Grand Slam de la temporada consiguió hacer un buen papel tras caer en las primeras rondas. Sin embargo, se mantiene la regularidad respecto a los años anteriores y el americano sigue siendo uno de los habituales en el top20 de la ATP, actualmente en el puesto 17.

Un comienzo para olvidar sin Roma

Aunque arrancó el año llegando hasta cuartos de final en Auckland, el inicio de temporada para Isner no fue nada bueno. Su andadura poco duró en el Open de Australia al caer derrotado por Mischa Zverev. Tras este, una leve mejora para alcanzar los cuartos de final en Memphis, pero un espejismo.

Una cadena de mala racha fue lo que vino después. Primera ronda en México, segunda en los masters 1000 de Miami e Indian Welles, y cuartos de final en Houston. No pintaban bien las cosas para el ‘gigante’ del circuito ATP. Y llegó el Masters 1000 de Roma e Isner sorprendió a todos llegando hasta semifinales. Un torneo donde venció, entre otros, a Stanislas Wawrinka en octavos de final o a Marin Cilic en cuartos. Fue apeado en Italia por el otro hermano Zverev, Alexander, pero que sirvió para ganar en confianza.

Tras esto, vino Roland Garros. No tuvo mucho éxito, pero fue junto al US open uno de sus mejores Grand Slam al caer en tercera ronda. Si en Roma nadie esperaba su buen tenis, en París también tuvo lugar para la sorpresa al ser derrotado por Jachánov. La gira pre Wimbledon fue un pequeño desastre, anticipo de lo que pasaría en Londres. Cae a las primeras de cambio en Queens ante Cilic, y hace lo propio ante Gasquet en cuartos de final de Eastbourne. Ya en el Grand Slam británico, Isner fue derrotado por Dudi Sela en segunda ronda tras un largo partido.

De nuevo Atlanta

Tuvo que ser en su país natal donde John Isner recuperara sensaciones. Sin ir más lejos, se adjudicó los únicos títulos de la temporada de forma consecutiva, el primero en Newport, para más tarde repetir en Atlanta por cuarto año seguido. Solo el tropiezo en Canadá empañó su gira americana. En el Masters 1000 de Cincinnati, también llegó en semifinales, donde cayó ante Grigor Dimitrov, y antes del US Open, cayó en Winston-Salem Open en octavos de final.

Llegaba con buenas expectativas al Grand Slam de su tierra, pero todo quedó en vano. Solo pudo alcanzar la tercera ronda al toparse otra vez con Mischa Zverev. No se supo recomponer en la gira asiática de ello, cayó en China en cuartos de final ante Rafa Nadal y en octavos del Masters 1000 de Shanghai. No le dejó muy mala sabor de boca su participación en Asia, pero su final de año acabó siendo mucho más bueno de lo esperado. Como hizo en Roma, Isner volvió a sorprender para alcanzar de nuevo las semifinales en un masters 1000, en este caso en París. Perdió ante Filip Krajinovic en una edición extraña, en la que venció a jugadores como Del Potro o Dimitrov, quien luego se alzaría con la copa de maestros.