La temporada 2017 se presentaba llena de emociones para Maria Sharapova. La tenista rusa dio positivo en un control antidopaje tras el Abierto de Australia de 2016, y como castigo ha tenido que cumplir 15 meses se suspensión. Su regreso se esperaba para el 15 de abril, fecha que coincidía con el inicio del torneo de Stuttgart, del cual recibió una ‘wildcard’, hecho que fue duramente criticado por las principales tenistas el ranking WTA.

Un regreso esperado

Tras tantos meses sin competir Sharapova volvió a las pistas como un huracán. En Stuttgart venció a Roberta Vinci, Ekaterina Makarova y Anett Kontaveit para llegar a la semifinal del torneo, algo que no sucedía desde las WTA Finals de 2015, pero tras un colosal encuentro de dos horas y 38 minutos en el que la rusa presentó batalla, perdió ante Kristina Mladenovic  por 3-6, 7-5, 6-4. Comenzó el torneo con un ranking cero ya que perdió todos los puntos que defendía del año 2015, y tras alcanzar la semifinal subió hasta el puesto 260 del ranking WTA.

Masha en Stuttgart. Imagen: Zimbio
Masha en Stuttgart. Imagen: Zimbio

La rusa tardaría en volver a tener otra aparición tan firme. Consiguió otra ‘wildcard’ en Madrid, donde ya ganó en 2014, pero se despidió rápidamente del torneo. Venció en primera ronda a Mirjana Lucic-Baroni por 4-6, 6-4 y 6-0. En segunda ronda se vería de nuevo ante Eugenie Bouchard, a la que ya había vencido en sus cuatro encuentros anteriores, pero en esta ocasión fue la canadiense la que se llevó la victoria por 5-7, 6-2 y 4-6. A la semana siguiente  llegó con otra ‘wildcard’ a Roma, en el Internazionali BNL d'Italia. La ganadora de 2015 ganó en primera ronda a Christina McHaleen un contundente 6-4 y 6-2. Sharapova no estuvo tan amenazante al servicio, pero respondía agresivamente al resto. En segunda ronda volvería a ver a Mirjana Lucic-Baroni, con un desenlace muy diferente al de la semana anterior en Madrid. Masha dominaba en el tercer set cuando se retiró por lesión en el muslo izquierdo. El encuentro terminó con el marcador 6-4, 3-6 y 1-2. Además de la derrota, Sharapova recibió la noticia de que no se le concedía la ‘wildcard’ que le permitiría participar en Roland Garros. La campeona en 2012 y 2014 reaccionó en Twitter: "nada me impedirá alcanzar mis sueños".

No pudo jugar en hierba

La lesión por la que tuvo que retirarse en Roma, a pesar de ir ganando, se prolongó más de lo esperado y no pudo participar en los torneos que tenía previstos en la gira de hierba. Sharapova iba a jugar el torneo de Birmingham y estaba dispuesta a jugar la fase previa de Wimbledon sin pedir una invitación especial, adelantándose a la decisión de los organizadores del torneo.

Gracias a otra invitación, pudo volver para la gira americana. La aventura de Sharapova en Estados Unidos comenzó en Stanford, donde tuvo pelear contra la local Jennifer Brady. No se habían enfrentado antes, y la estadounidense fue dura de vencer. La rusa ganó el encuentro en tres sets por 6-1, 4-6 y 6-0. En segunda ronda se iba a enfrentar a Lesia Tsurenko, pero Sharapova abandonó entes del encuentro manifestando que padecía una lesión en su brazo izquierdo.  Una semana después, la tenista rusa también se retiró de la Rogers Cup porque aún no se había recuperado de la lesión del brazo. Y una semana después de Toronto, decidió bajarse del torneo de Cincinnati, con la intención de legar en mejor forma al US Open.

Logró una 'wildcard' para el US Open

Tras la mala racha con las lesiones, recibió la buena noticia de que se le iba a conceder una ‘wildcard’ para poder participar en el cuarto y último Grand Slam de la temporada. Iba a ser su primera participación en un Grande desde que perdiese en cuartos de final en el Abierto de Australia en 2016 ante Serena Williams y se anunciase su suspensión. La rusa fue una de las protagonistas del primer plato fuerte del Grand Slam. En primera ronda se enfrentó a Simona Halep, que ocupaba la segunda plaza del ranking WTA, y mostró su garra ganándole en dos horas y 42 minutos por 6-4, 4-6 y 6-3. No pudo aguantar la emoción de volver a participar en un Grand Slam, y ganando, y rompió a llorar. Llegó hasta octavos de final y fue Anastasija Sevastova la que puso fin a su sueño americano. Le ganó el primer set a la letona por 7-5, pero Sevastova, que estaba de lo más acertad, supo darle la vuelta al marcador y ganar los dos sets siguientes por 6-4 y 6-2.

Rompió a llorar tras ganar a Simona Halep. Imagen: Zimbio

Luego, Sharapova empezó la gira asiática en Beijing, donde esta vez sí pudo en un ajustado duelo de primera ronda contra Anastasija Sevastova, la venció por 7-6, 5-7 y 7-6. Llegó con cansancio a octavos de final después de su enfrentamiento a tres sets ante Ekarina Makarova, y fue Simona Halep la que la dejó fuera de la lucha por el título con un rotundo 6-2 y 6-2.

Primer título tras la sanción

En Tianjin, en un torneo de categoría Internacional, Sharapova recuperó la sonrisa y ganó su primer título desde el Masters 1.000 de Roma de 2015. Sufrió para llevarse el título ante una desconocida Aryna Sabalenka, número 102 del ranking WTA, por 7-5 y 7-6. Los nervios les jugaron una mala pasada a las dos, sobre todo en el segundo set, cuando Sabalenka se escapó en el marcador con un 1-5 y no supo cerrar el set para forzar el tercero. La rusa consiguió el empate, pero las dos estaban abatidas. Al final, Sharapova, a la cuarta bola de partido, no desaprovechó la oportunidad para lograr por fin un título tras su vuelta a las pistas. Solo un día después de ganar en China, Sharapova voló a Rusia para jugar la Copa Kremlin. El cansancio de la final en Tianjin, las horas de vuelo y el cambió horario hicieron mella en ella. La rusa que jugaba en casa llegó con total ilusión al torneo pero no pasó de primera ronda. Cedió ante Magdalena Rybarikova, en el que fue su último partido de la temporada, por 6-7 y 4-6.

Con el título en Tianjin. Imagen: Zimbio

La vuelta de Maria Sharapova a las pistas ha dado mucho de qué hablar, sobre todo por todas las invitaciones especiales que ha recibido a lo largo de la temporada, además ha escrito un libro con algunas declaraciones controvertidas. Han sido muchas las tenistas de la WTA que han cargado duramente contra Sharapova, y aunque el tribunal no encontró una intencionalidad por parte de la rusa de saltarse las reglas, no hay duda de que su imagen ha quedado perjudicada, y es que nadie se esperaba que una de las tenistas con más renombre, con 36 títulos WTA, entre los que destacan cinco Grand Slam y que ha estado en el top ten durante más una década, fuese acusada y sancionada por un caso relacionado con el doping. Con un balance de 16/6 entre ganados y perdidos, la imagen de Maria esta temporada dista mucho de la que nos tiene acostumbrados. Con el título en Tianjin se ha asegurado terminar el año 2017 dentro del top 100 (Nº 60), lo que le asegura tener una plaza en el cuadro principal del Abierto de Australia. Veremos la próxima temporada si la rusa consigue encontrar la regularidad esperada y un buen ritmo que la lleve a conseguir grandes títulos.