Tras un exitoso 2016 en el que finalizó como el número siete del mundo y disputando por vez primera en su carrera una Copa de Maestros, Gael Monfils ha vuelto a vivir un auténtico calvario en forma de lesiones que han condicionado un 2017 totalmente cruzado para el galo. La rodilla derecha, esa que casi lo obliga a retirarse hace cinco años, se ha convertido nuevamente en un quebradero de cabeza para el bueno de Monfils, que tuvo que poner fin a la temporada tras el US Open y sin poder ser de la partida en la final de la Copa Davis que su selección terminó ganando ante Bélgica

Desaparecido en los momentos clave de la temporada

El parisino comenzó la temporada directamente en el Open de Australia, primer Grand Slam del año, sin jugar ningún torneo previo, lo cual no fue ni mucho menos un problema, puesto que, el francés mostró su mejor versión del año en Melbourne, alcanzando la cuarta ronda. Tras vencer sin demasiadas complicaciones sus primeros tres encuentros, en la cuarta ronda le esperaba un renacido Rafa Nadal. El manacorí y el francés brindaron uno de los mejores encuentros del torneo pero fue el primero el que se llevó el gato al agua en cuatro sets. Monfils dispuso de un 4-2 en el cuarto parcial pero Nadal, que ya estaba otra vez a su mejor nivel, ganó cuatro juegos consecutivos y dejó a su rival sin la posibilidad de repetir los cuartos de final de la pasada edición. 

14 torneos ha jugado el francés esta temporada, cuatro menos que en 2016Sin embargo, las buenas sensaciones desplegadas en las Antípodas no tuvieron continuidad, en parte, por los problemas físicos que comenzaron a aparecer en el mes de marzo, obligando al galo a renunciar al Masters 1000 de Miami. Antes, en Indian Wells, tampoco pudo pasar de los octavos de final al caer frente al austríaco Dominic Thiem

La gira de tierra tampoco supuso que el francés se reencontrara con su mejor versión. Al contrario, los problemas físicos continuaban y Monfils sólo pudo disputar dos torneos, Munich y Madrid, antes de Roland Garros, cayendo en ambos a las primeras de cambio. En la arcilla de París, el tenista local fue frenado también en los octavos de final, en esta ocasión, por el futuro finalista, el suizo Stan Wawrinka, por la vía rápida. 

Gael Monfils saluda a Rafa Nadal tras perder contra él en Australia. Foto: zimbio.com
Gael Monfils saluda a Rafa Nadal tras perder contra él en Australia. Foto: zimbio.com

Final en Eastbourne y adiós tras Nueva York

Tuvo que ser en la hierba, su peor superficie históricamente, donde Monfils pareció levantar cabeza, aunque sólo fuera momentáneamente. El francés decidió acudir al ATP 250 de Eastbourne (Inglaterra) la semana previa a Wimbledon y allí alcanzó su única final del año. Tras vencer en un encuentro épico a su compatriota Richard Gasquet en las semifinales, el galo se midió al serbio Novak Djokovic en el partido por el título. Desafortunadamente, el desgaste de su encuentro ante Gasquet condicionó la final, cuyo dueño fue el serbio que levantó el trofeo de campeón por un cómodo 6-3 y 6-4

20 victorias ha logrado Monfils este año, 24 menos que en 2017Pero al igual que sucedió en enero, esto no fue más que un mero espejismo. En el All England Club, Monfils sólo aguantó hasta la tercera ronda y cedió ante otro compatriota suyo, Adrian Mannarino, un jugador mucho más hecho al césped. Conforme iba avanzando la temporada, las molestias en la rodilla no dejaban de aumentar e impedían tener continuidad al francés, que siguió dando tumbos en la gira norteamericana de verano. En Washington, torneo en el que defendía título, Monfils cedió en su debut ante un desconocido Yuki Bhambri, de la India y número 200 del ránking en ese momento. Mientras, en Montreal, el español Roberto Bautista lo dejó fuera en la tercera ronda tras otro partido muy exigente a nivel físico en el que Monfils acabó casi cojo. 

Djokovic y Monfils posan con sus respectivos trofeos de campeón y subcampeón en Eastbourne. Foto: zimbio.com
Djokovic y Monfils posan con sus respectivos trofeos de campeón y subcampeón en Eastbourne. Foto: zimbio.com

La puntilla a un año para olvidar la recibió en el último torneo de Grand Slam del año, el US Open, al tener que retirarse en la tercera ronda frente al belga David Goffin. La rodilla, que le había estado avisando durante toda la temporada, dijo basta y el francés no ha vuelto a jugar un sólo partido desde entonces. 

Pero pese a todos los sinsabores y dificultades que ha experimentado durante este año, Gael Monfils no piensa rendirse en absoluto. El francés confía en volver a dar su mejor versión en la temporada que está a punto de comenzar y espera que esa rodilla no vuelva a darle problemas. Si está bien físicamente, 'la pantera' puede volver a rugir.