Ya apuntaba maneras Denis Shapovalov desde pequeñito. Empezó a jugar al tenis a los cinco años. En 2015 disputó varios Futures, sin conseguir despuntar. Ya en 2016, con 17 años, se convirtió en campeón junior de Wimbledon y fue semifinalista en Roland Garros. Su nombre empezó a sonar entre los jugadores de la Next Gen, cuando entró al Masters 1000 de Montreal con una invitación del torneo, y derrotó en primera ronda a todo un Nick Kyrgios. En este 2017, ha conseguido el premio a la mayor progresión del año, ascendiendo 200 posiciones en año, además de conquistar dos torneos Challengers y alcanzar unas semifinales de un Masters 1000. Repasamos su año.

Challengers, Futures y Copa Davis

Debido a su ránking a comienzos de año (250), Denis Shapovalov, empezó el año disputando Challengers y Futures. Su primer torneo fue el Challenger de Happy Valley, donde no superó la primera ronda de la fase previa cayendo ante Brydan Klein. Una semana después, en Camberra alcanzó los cuartos, derrotando a Watanuki y a Pierre-Hugues Herbert, donde Darcis le superó.

En febrero, fue convocado con Canadá para la eliminatoria frente a Gran Bretaña de la Copa Davis. Perdió en su primer partido ante Daniel Evans, y en el segundo partido empezó a resonar su nombre por el lamentable incidente ocurrido en su partido ante Kyle Edmund, cuando tras perder un juego soltó un pelotazo directo a la cabeza del juez de silla, obviamente ese no era su destino, pero esto produjo la suspensión del partido, y la descalificación de Canadá. Tras esto, el torneo ATP 250 de Marsella le concedió un Wild Card, pero no lo aprovechó, cayendo en primera ronda ante Julien Bennetau.  Sus dos siguientes torneos fueron dos Futures en Canadá, donde firmó una magnífica actuación, ganando uno y cayendo en semifinales en el otro. También en Canadá, disputó el Challenger de Drummondvile, torneo que le supuso su primer gran título, sin perder un set y derrotando por el camino a Corrie, Halys, Rola, Auger-Aliassime y en la final a Bemelmans. En Guadalajara (México), alcanzó nuevamente una final, aunque esta vez no tuvo la misma suerte y cayó ante Mirza Basic. Gracias a estos torneos se situó en el puesto 173 del ránking.

Mala racha en tierra y notable actuación en hierba

Como se suele decir, todo lo que sube tiene que bajar, y tras estos buenos resultados, fue derrotado en sus siguientes cuatro partidos de primera ronda en Challengers, a lo que hay que sumarle otra derrota en la primera ronda de la fase previa de Roland Garros, ante Marius Copil. Su temporada de césped no fue mala del todo. No consiguió pasar de primera ronda en Surbiton y en Nottingham, pero en el ATP 500 de Queen's superó la fase previa y derrotó en su debut a Kyle Edmund, logrando así su primera victoria a nivel ATP de la temporada. En segunda ronda fue derrotado por Tomas Berdych en tres disputadísmos sets, dejando muy buenas sensaciones. Posteriormente, fue invitado a la exhibición de The Boodles Tennis, donde superó a Albert Ramos. Esta gira de hierba la cerró en Wimbledon, donde Janowicz le eliminó en la primera ronda.

El salto al estrellato

Volvió a Canadá para disputar dos nuevos Challengers. En Gatineau, logró su segundo título de la temporada, tras superar a Bester, Purcell, Fabbiano, Sarkissian y en la final a Peter Polansky. Sin embargo en Granby, no pudo alcanzar de nuevo la gloria, y Polansky se desquitó derrotándole en las semifinales. El número 143 del mundo por aquel entonces, recibió un Wild Card para disputar el Masters 1000 de Montreal. Este torneo, sin duda iba a cambiar la carrera de este joven jugador, y le hizo avanzar hasta el puesto número 67 del mundo. En primera ronda, tuvo un partido más complicado de lo que se preveía y tuvo que salvar cuatro puntos de partido para acabar derrotando a Dutra Silva. En segunda ronda, y contra todo pronóstico, fue capaz de eliminar en sets corridos a Juan Martín del Potro. En tercera ronda, tenía enfrente al por entonces número dos del mundo, Rafa Nadal. Tras perder el primer set, nadie podía esperar que el ídolo local fuera capaz de remontar el partido, y en un partido memorable Shapovalov se vistió de David y derrotó a Goliat. Un Denis lanzado y con el apoyo de todo el público, doblegó en cuartos de final a Adrian Mannarino y se plantaba en unas históricas semifinales (se convirtió en el jugador más joven en alcanzar las semifinales de un Masters 1000 desde que arrancó la categoría en 1990). Allí, Alexander Zverev, frustró el sueño de Shapovalov y de toda la grada, y alcanzó la final donde posteriormente vencería a Roger Federer.

A pesar del brutal ascenso en el ránking tuvo que disputar la fase previa del US OPEN. Se deshizo de Kudla, Elias y Satral para acceder al cuadro final, donde volvería a cuajar una excelente actuación. En primera ronda ganó sin problemas a Daniil Medvedev, en segunda derrotó a todo un Jo-Wilfried Tsonga (ubicado en el puesto 12 en ese instante) y en tercera eliminaría a Kyle Edmund. Pablo Carreño tras tres tiebreaks le frenó en cuarta ronda. Tras la ausencia de Milos Raonic, fue el jugador número uno canadiense en la eliminatoria de Copa Davis ante India, para mantenerse en el grupo mundial. Con sus victorias ante Bhambri y Ramanathan, dio la victoria y la permanencia a Canadá.

Pocas victorias en el final de temporada

Defendió al Equipo Mundo en la exhibición de la Laver Cup, donde solo disputó un partido y cedió nuevamente ante Alexander Zverev. Cayó eliminado en las primeras rondas en Shanghai y Amberes, frente a Troicki y Escobedo, respectivamente. En Basilea volvió a ganar un partido, en primera ronda ante Sugita, pero Mannarino le derrotó en segunda ronda. En su debut en el Masters 1000 de París, se vio doblegado por Julien Benneteau.

Su último torneo del año fue el Next Gen ATP Finals, donde partía como tercer favorito, pero no fue capaz de superar la fase de grupos tras un balance de una victoria (ante Quinzi) y dos derrotas (ante Chung y Rublev). Por lo tanto cerró un año con un balance de 48 victorias y 26 derrotas (en todas las competiciones) (12 victorias y 13 derrotas a nivel ATP) y cerró el año como el jugador número 51 del mundo, avanzando 199 puestos en una sola temporada, lo que le hizo conseguir el premio al jugador con mejor progresión del año. 2018 será una buena oportunidad para demostrar su talento, ya que apenas disputará Challengers, y gracias a su ránking le permitirá acceder a la mayoría de los cuadros finales de los torneos ATP.