Guillermo García López solía ser sinónimo de peligro cuándo se presentaba a un torneo, sin embargo los años ya le pesan al español. Este 2017 lo empezó en la posición 70 del Ranking ATP, bajó hasta el 163 y poco a poco regresó a dónde había empezado. Aún no se sabe cuánto tiempo le queda a García-López en el tour, lo que si esta claro es que el español esta muy lejos de su mejor nivel y cerca del retiro. El ganador de cinco títulos de ATP en 15 años como tenista profesional aún da destellos de calidad, pero no son constantes.
El oriundo de La Roda, España puede dividir su año en dos partes y posiblemente quiera olvidarse de la primera en la que los resultados no estaban de su lado. El inicio fue con torneos de ATP 250 en los que no pasó de la primera ronda. En el Abierto de Australia corrió con la misma mala fortuna y en tres sets ante Mischa Zverev quedó fuera. En Montpellier y en Memphis las cosas siguieron igual para el español. En Delray por fin accedió a la segunda ronda pero Jack Sock lo eliminó. Se fue a Dubai para su primer torneo ATP 500 del año y en la segunda ronda se topó con Andy Murray que en ese momento era el mejor del mundo. Con parciales 2-6 y 0-6 el británico hizo buenos los pronósticos y dejó fuera a García López.
El argentino Guido Pella le evitó disfrutar de una larga estadía en Indian Wells ya que lo eliminó en la primera ronda. Fue un partido en el que el español ganó el primer set pero Pella se repuso para darle la vuelta (6-4 5-7 2-6). En el Verrazano Open, un torneo Challenger, García López llegó hasta los cuartos. De ahí sue fue al Gran Prix de Hassan II y en un partido fue eliminado. En Monte Carlo, otro evento Masters 1000, superó las dos rondas de clasificación y no pudo ante Adrian Mannarino en primera ronda. No sólo perdió su partido ante el francés, sino que también salió del top 100 en el ranking.
De Monte Carlo se dirigió a la península ibérica para disputar tres torneos cerca de casa previo al Roland Garros. Tanto en Barcelona, Estoril y Madrid, García-López volvió a ser eliminado en el primer juego de cada torneo. La tierra batida no le estaba ayudando en nada al español. En las canchas de Paris tuvo un inicio prometedor ganando sus dos primeros partidos, pero en su partido contra Milos Raonic se tuvo que retirar por lesión.
Una lesión que marcó el final de la primera parte de su temporada. Sin lograr trascender el varios torneos, García-López se tomó un respiro de prácticamente un mes antes de volver a las canchas. Mientras que su aparición en torneos Challenger fue esporádica antes del Roland Garros, dos de los 14 eventos que le siguieron fueron de esa categoría. El primero en Alemania lo vió llegar hasta la semifinal, dónde fue sorprendido por Filip Krajinovic de Serbia. En Suecia no pasó de la segunda ronda y cayó a la posición 163 del ranking. Sin embargo en Holanda se coronó campeón de Scheveningen derrotando al belga Ruben Bemelmans. Un título que le valió saltar 32 posiciones en el ranking de la ATP.
En sus siguientes tres torneos jugó cinco partidos. Cuándo jugó en Finlandia e Italia pasó a la segunda ronda, sin embargo en el Challenger Acqua Dolomia Tennis Cup solo jugó un partido y perdió. En el Internazionali Di Manerbio volvió a disputar una final pero su compatriota Roberto Carballes Baena le ganó en un tercer set decisivo. Dos torneos después volvió a una final en el AON Open de Genova. El griego Stefanos Tsitsipas le impidió llevarse el título en dos sets.
Sus siguientes dos torneos no fueron malos pero no llegó a pasar de cuartos de final. En Roma y Kazakhstan jugó un total de seis partidos y ya se ubicaba en la posición 105 del ranking. La cuarta final del año para García-López llegó en el Tashkent Challenger de Uzbekistan. Ahí el español le ganó en dos sets al polaco Kamil Majchrzak 6-2 y 7-6. La victoria fue un envión anímico para el español que volvió al top 100 de la ATP (#81) y con eso volver a un torneo ATP 500 en Vienna Austria. Ahí pasó las dos primeras rondas de clasificación y en la segunda ronda del torneo el francés Lucas Pouille lo eliminó en dos sets.
Para acabar el año llegó a la capital francesa para el Rolex Paris Masters. Ahí no le fue tan bien ya que no pasó de la segunda ronda de clasificación. Con eso cerró el año de vuelta en la posición 70 del Ranking Mundial. García López participó en un total de 29 torneos a lo largo del año. Una cantidad un tanto excesiva para cualquier jugador del tour pero que al español le sirvió para volver a su posición de origen tras un año bastante complicado. Los títulos en torneos Challenger no se contabilizan en su récord del año de ATP, pero si le servirán como ayuda anímica para encarar la próxima temporada. Así fue el año de Guillermo García-López. Un año en el que le pasó de todo. Lo eliminaban pronto, se lesionó y hasta ganó torneos. Un año bastante intenso para el jugador de 34 años del que seguramente aprendió varias lecciones.