Un mal final de temporada en 2016 le condenaba a un ránking totalmente injusto ya que caía a la posición 236. La temporada actual serviría como punto de inflexión para adentrarse en las posiciones que dan derecho a participar en los Grand Slam sin necesidad de jugar previa. Como premio ha participado en los cuatro grandes torneos, quedándose en tres de ellos en la fase previa.

Progresión meritoria

La cifra de torneos disputada es bastante considerable, hasta en 29 ocasiones ha afrontado un nuevo torneo, yendo de menos a más en todos ellos. La primera cita sería en el Challenger de Noumea donde venció a dos jugadores experimentados en estos torneos como son Napolitano y Rubin. Su verdugo sería la revelación de la temporada, Roberto Carballés Baena, quien es otro de los tenistas que ha dado un salto de calidad en el circuito. No consiguió acceder a la fase final del Australian Open por lo que optó por centrarse en torneos challenger.

El cambio de actitud llegaría tras caer derrotado en Guadalajara ante un rival asequible como Glasspool, rival al que vencería por 6-0 2-6 6-2 para acceder al cuadro final en Leon. Transcurrían las rondas y el tenista español ganaba con solvencia ante rivales duros como Escobedo y Gabashvili, presentes en muchos torneos ATP. Adrián Menéndez afrontaría su primera final challenger en dos años ante Roberto Quiroz. El torneo se decidiría en un trágico tercer set en el que hubo muchas alternativas, pero la balanza se acabaría decantando por el lado español. Merecido título que aportaría la motivación necesaria para afrontar el resto del año.

En apenas cuatro meses de competición el español ya había mejorado su actuación respecto al año anterior. 60 puestos de diferencia era el resultado en el ránking ATP con mucha temporada por delante, su puesto en ese momento era el 177.

Cambio de superficie

Tras afrontar los torneos en su superficie favorita, Adrián Menéndez entraba en cuatro cuadros de tierra batida consecutivos y esperaba conseguir buenos resultados al llegar de una racha positiva. Su primer rival de renombre sería Laaksonen, contra el que caería derrotado por 6-2 6-4. Habiéndose hecho más a la tierra, el malagueño disputaría el torneo en San Luis Potosi. Melzer sería su rival en cuartos de final al que vencería por 2-6 6-4 6-4, una victoria importante ante un especialista en esta superficie. La confianza cogida tras esta victoria le ayudaría a colarse en la final al vencer por 6-3 6-4 a Kecmanovic. Segunda final en un mes y en superficies totalmente opuestas, el cansancio le pasaría factura ante Andrej Martin, al que le gusta jugar con largos peloteos en los que mueve al rival de lado a lado.

Adrián Menéndez disputando el US OPEN. Foto: Zimbio.com
Adrián Menéndez disputando el US OPEN. Foto: Zimbio.com

Tras un merecido descanso, Menéndez viajaría al challenger de Samarkand para enfrentarse a Ramanathan en primera ronda, venciéndole por 3-6 6-3 7-6. El cuadro de torneo le permitiría enfrentarse a jugadores asequibles a los que podría vencer si exponía su mejor nivel en pista. Accedía a semifinales tras ganar a Milojevic por 6-3 2-6 6-4. Una vez más se encontraría entre los cuatro mejores del torneo, sorprendentemente estaba consiguiendo grandes resultados en una superficie que no se le ha dado muy bien a lo largo de su carrera. El tenista marbellí estaba demostrando un gran nivel en el torneo y lo demostraría en las semifinales ante Ivashka al que vencería por 6-4 6-4. Setkic era su rival en la gran final, Adrián se hacía con el torneo tras ganar por un solvente 6-4 6-2. Esta victoria le haría ascender hasta el puesto 150 del ránking, casi cien puestos más que cuando empezó el año.

Asignatura a mejorar

Su único punto débil eran los Grand Slam, donde no conseguía pasar la previa y entrar en el cuadro final. Wimbledon y Roland Garros se quedarían por el camino ya que perdería ante Bolelli y Hamou respectivamente.

Los siguientes torneos serían trámites ya que caería en las primeras rondas hasta el US Open, donde afrontaba la previa con ilusión al ser su torneo favorito. Un buen sorteo le deparó una previa cómoda en la que vencía a Quiroz, Bagnis y De Loore. La primera ronda sería ante un tenista local, Patrick Kypson, al que vencería con comodidad por 6-4 7-6 6-1. En segunda ronda se enfrentaría ante “La torre de Tandil”, Juan Martín Del Potro al que sería imposible hacerle frente aunque le forzó un tie break. Buen resultado en el torneo norteamericano, era hora de centrarse en torneos orientales en lugares como China o la India.

En Chengdu caería ante Lajovic y en Ningbo ante Thompson, dos jugadores asiduos en este tipo de torneos ya que aprovechan el parón en torneos ATP para disputar cuadros con jugadores más asequibles. Los últimos meses de temporada serían irrelevantes para su temporada, se había afianzado entre los 130 mejores del mundo y con eso se conformaba.

Cerraría la temporada en el challenger de Pune, accediendo a semifinales tras vencer por 7-5 4-1 a Nedovyesov. Su rival en semifinales sería el tenista local Bhambri contra el que cedería por un claro 6-2 6-4. Su último partido de la temporada ni se puede tomar en cuenta ya que perdía ante un rival con ránking 600, Adrián pensaba ya en las vacaciones y se notó en pista. Finalizaba un año crucial para la carrera del tenista español al acercarse al top 100 y tener posibilidades de disputar mejores torneos la temporada siguiente. Un año notable en varias superficies para un jugador que no es joven pero dará mucho que hablar en el futuro ya que es un rival temible en torneos Grand Slam al poder dar la sorpresa si tiene un gran día.