Tras un primer set muy complicado, llegó la paz para Dimitrov en el segundo y tercer set donde desplego todo su bagaje de tenis. Tras consolidarse en el resultado todo hacia esperar que el búlgaro se quede con el cuarto set, pero una ráfaga de tenis de alto vuelo de McDonald lo complicó en el cuarto abrumándole con un contundente 6-0, pero luego en el saque a saque del quinto Dimitrov quebró en el decimocuarto juego y se quedó con este eterno sufrimiento. Este fue un sufrido partido que lleva a Dimitrov a alinear los planetas, para enfrentar el duro choque de tercera ronda con el joven ruso Andrey Rublev.

El primer set fue pura sorpresa, el norteamericano, apuro en el segundo juego de saque del búlgaro y se lo arrebato en cero. Sorprendido Dimitrov intento un regreso al partido para evitar la pérdida del primer set, pero aunque tuvo dos oportunidades de quiebre en el octavo juego de saque de McKenzie, no lo pudo doblegar y empezó el partido a tornársele cuesta arriba.

Grigor entra en partido

Hasta el quinto juego del segundo todo iba parejo, ambos sostenían sus servicios prácticamente sin problemas, y lo que más sorprendía era el temple del norteamericano, que al mejor estilo Chung, no solo jugaba de fondo sino en los momentos oportunos atacaba al búlgaro y le complicaba las estructuras. Pero los grandes vuelven y fue así que Grigor volvió en el sexto juego lo quebró fácilmente y empezó a torcer la balanza a su favor. Fue tanto lo que se metió en el partido que volvió a quebrar en el octavo juego y quedarse con el segundo set por 6-2. Las cosas volvían a comenzar.

Dimitrov muy incómodo enfrento el tercer set, el segundo servicio no le funcionaba correctamente y si no conectaba buenos primeros le era imposible sostener su saque y en el quinto juego el joven norteamericano lo volvió a sorprender y taladró en sus entrañas hasta quebrarle y volver a ponerlo en riesgo las chances del búlgaro de quedarse con el partido. Pero la tercera raqueta del mundo, según el ranking de la ATP, logró recuperarse le quebró en el juego subsiguiente y tras un nuevo quiebre en el décimo game se quedó con el set y la oportunidad de cerrar este suplicio.

McDonald se viene arriba

McDonald atacó el revés del tercer sembrado, limitándolo a solo cinco tiros ganadores en la maratón que era este partido, atacándolo siempre sobre el segundo servicio y desnudando una falencia de Dimitrov, restringiendo a solo el 28 por ciento de los segundos puntos de servicio, ayudado por las nueve doble faltas que cometió el búlgaro y quedándose con un increíble 6-0. Una paliza letal, que no solo fue por la abultada diferencia, sino que además solamente tuvo el norteamericano cuatro puntos de quiebre y aprovecho tres, demostrando lo inestable que estaba Dimitrov.

El número tres del mundo salva la noche

Con una paliza en su lomo el búlgaro asumió el desafío del quinto set y jugó prolijo, no se desesperó aguanto el momento y en el seis iguales en la única oportunidad para los dos quiebre en el partido, con un error no forzado del norteamericano de derecha que quedó en la red, se quedó con 8-6, los gritos de alegría y un partido que puede marcar un antes y un después en el torneo.

Ahora viene el partido más duro el ruso Rublev, esta on fire y no debe dar estas facilidades como las que dio en la segunda ronda porque si no su destino será hacer las valijas. McDonald, de 22 años, estaba haciendo su segunda aparición en un Grand Slam luego de su debut en el US Open 2016, se alejó de la cancha, saludó a los fanáticos, quienes estaban realmente detrás del advenedizo que seguramente le dará al tenis estadounidense otra razón para estar emocionado por su futuro.

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Sobre el autor
Rodrigo  Desmedt
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