Cuarta jornada en el Abierto de Australia con los últimos coletazos a la segunda ronda. Grandes nombres se hacían notar en el día de hoy, nombres como Thiem, Berdych, Del Potro, Djokovic, Wawrinka, Federer y, además, Alexander Zverev, protagonista en el único duelo entre compatriotas de la jornada. Zverev, número cuatro del ranking ATP y buscando mejorar esa tercera ronda lograda aquí el año pasado, ya ha demostrado en numerosas ocasiones su más que sobrado talento, lo que le llevó, en 2017, a levantar hasta dos torneos del Masters 1000. Con mucho en juego para él en la presente campaña, y ante el mayúsculo reto de conservar su plaza en la zona alta del ranking, su andadura en Melbourne comenzó con un sencillo triunfo ante el italiano Fabbiano, por 6-1 7-6 y 7-5.

El sorteo del cuadro quiso que dos alemanes se cruzasen prontamente, y es que Peter Gojowczyk, 62º en la clasificación mundial, tampoco cedió un solo set en su partido de debut, apeando al ruso Kukushkin por 6-3 6-3 y 6-1, en un encuentro que no llegó a las dos horas de duración. Gojowczyk, que experimentó una renovación en la anterior temporada, ganando incluso el ATP 250 de Metz tras superar la fase previa, ha sido partícipe de dos certámenes en 2018, alcanzando los cuartos de final tanto en Doha, como en Auckland. Después de una serie de buenos resultados, y acariciando el Top-50, Gojowczyk estaba listo para enfrentar a un Zverev, teóricamente, muy superior.

Dominio incontestable de Zverev en el primer set

El encuentro arrancó de una forma muy prometedora para Alexander Zverev. El número uno alemán hizo gala de una gran efectividad durante todo el primer parcial, y se benefició de la nefasta dependencia que Peter Gojowczyk tenía con su segundo servicio, un segundo servicio que le condenaría a recibir dos roturas de manera consecutiva, para verse con un marcador adverso de 5-0. Sascha Zverev, que hasta el momento había convertido las dos únicas bolas de break de las que había dispuesto, no daba opción a su compatriota, que solo arañó un total de doce puntos en la primera manga, cinco de los cuales fueron al resto. Sirviendo para cerrar, el joven de 20 años siguió con su rotundidad, poniendo el 6-1 en un parcial que duró poco más de veinte minutos.

La superioridad de Zverev se extiende al segundo parcial

Esa rotunda declaración de intenciones que supuso el primer set no pareció ser suficiente para el menor de los Zverev. Alexander, implacable al resto, siguió aprovechándose del nefasto segundo saque de Gojowczyk, que tuvo que salvar hasta cinco puntos de quiebre en el juego inicial de la segunda manga. Sin embargo, la presión ejercida por Zverev terminó por superar a Peter, que cedió su saque por tercera vez en el día de hoy, ya en el tercer game, que Zverev cerró en blanco. Con un break a favor, y siendo dueño y señor del partido, Alexander Zverev demostró, una vez más, por qué es tan complicado superarle cuando el alemán saca, y es que el de Hamburgo solo perdió tres puntos con su servicio en este segundo parcial. Impaciente por finiquitar cuanto antes este set, el actual campeón en Roma y Canadá puso la puntilla cuando, en el noveno juego, quebrase de nuevo, lo que supuso el 6-3 tras poco más de media hora de juego.

Gojowczyk da vida al partido en el tercero

Si algo no se nos pasaba por la cabeza a estas alturas de partido, es que Peter Gojowczyk pudiese reaccionar de alguna manera. Sin embargo, el de Dachau sorprendió a propios y extraños cuando, en el tercer juego del tercer set, aprovechó el primer punto de break que tuvo en el partido para, por primera vez en el día de hoy, adelantarse significativamente en el marcador. No obstante, esa ruptura no sería fácil de consolidar, y es que Alexander Zverev salió dispuesto a recuperar el terreno perdido, pero no pudo convertir ninguna de las cinco bolas de break que tuvo, estableciendo Gojowczyk el 3-1.

Ese momento de lucidez del alemán de 28 años coincidió con la mejora de los registros con su saque, teniendo que acudir con menor frecuencia al segundo servicio, y sin conceder absolutamente nada con el primero, con el que solo perdió cinco puntos. Gojowczyk, para prolongar su buen estado, tuvo la ocasión de sellar el tercer asalto en el noveno juego; sin embargo, Zverev salvó ese set point y recortó diferencias al 5-4. Sacando para ganar, Gojowczyk no dudó, cerrando con un juego en blanco y recortando distancias en un choque que ya excedía la hora y media de duración.

Zverev devuelve el partido a su cauce en el cuarto asalto

Después de este acto de resurrección momentáneo, llevado a cabo por Peter Gojowczyk, Alexander Zverev quiso volver a ser el protagonista, y llevar la voz cantante, función con la que había cumplido a la perfección durante los dos primeros sets. Zverev, resolutorio una vez más, quebró por quinta vez en esta contienda, adelantándose ya desde su primer turno al resto, y acabando con toda esperanza de Peter Gojowczyk. Un solitario break convertido por el joven germano fue más que suficiente para terminar materializando la victoria. 6-1 6-3 4-6 y 6-3 tras poco más de dos horas de partido. Alexander Zverev, desplegando un gran tenis, pero excesivamente relajado en ciertos tramos del encuentro, ya está en la tercera ronda del Open de Australia, igualando su registro aquí el año pasado, y a tan solo un triunfo de igualar su mejor actuación en un Grand Slam, los octavos de final del pasado Wimbledon.

En la ya citada tercera ronda, el alemán se las verá con el surcoreano Hyeon Chung, jugador muy difícil de superar y que batió, en segunda ronda, al ruso Daniil Medvedev, que venía en un gran momento de forma, por 7-6 6-1 y 6-1. Con un posible choque con Novak Djokovic en los octavos de final, Alexander Zverev todavía tendrá que sobrepasar a un duro escollo que, de seguro, no le concederá lo más mínimo.