Hasta este año, Anett Kontaveit no sabía lo que era ganar un partido en el Open de Australia. En sus dos participaciones en Melbourne, la estonia se había despedido en la primera ronda pero todo ha cambiado en 2018. La joven de 22 años despachó hoy a la vigente campeona de Roland Garros, la letona Jelena Ostapenko, por 6-3 1-6 y 6-3 y con ello se aseguró una plaza entre las 16 mejores del cuadro femenino. Ostapenko, de nuevo una montaña rusa en su juego, sigue sin poder pasar de la tercera ronda en el primer 'grande' de la temporada. 

Demasiados errores no forzados por parte de Ostapenko: 46, 21 más que KontaveitComo es habitual en la mayoría de los partidos de Ostapenko, los restos dominaron con claridad a los servicios. En los nueve juegos que tuvo el primer set, ocho de ellos terminaron con break. Kontaveit sacó partido de su agresividad y de los errores con la derecha de su rival para apuntarse el primer parcial por 6-3 tras ser la única que pudo llevarse un juego con su servicio a su casillero. 

Nada más terminar el primer set, Ostapenko pidió la asistencia de la fisioterapeuta por problemas en su pierna izquierda. No era la primera vez que se veía a la letona recurrir al fisio para tratar de cambiar el rumbo del partido. Lo cierto es que el tratamiento funcionó y pese a exhibir una ligera cojera entre punto y punto, Ostapenko sacó a relucir su mejor versión en el segundo set, que terminó apuntándose por 6-1. Si en la primera manga fue la letona la que se quedó sin sumar un sólo servicio, esta vez le ocurrió lo mismo a Kontaveit, que perdió claramente la concentración y decidió ahorrar fuerzas para el set definitivo. 

Kontaveit encuentra el premio a su garra

Tras dos sets extremadamente irregulares, el choque se convirtió en una batalla mental en un tercer set en el que Kontaveit terminó desesperando a Ostapenko. La letona se levantó de un mal inicio (2-1 y break) y luchó cuanto pudo para llevarse el que sería, a la postre, el juego clave del partido. 

ocho de 14 en bolas de rotura para Ostapenko, mientras que su rival logró nueve de 20Con empate a tres en el marcador, el séptimo juego del set definitivo se convirtió en el mejor del encuentro. Durante casi un cuarto de hora, ambas jugadoras se dejaron la piel en una batalla sin cuartel. Finalmente, Kontaveit se llevó el gato al agua tras aprovechar su quinta bola de break con un golpe ganador de revés cruzado que dejó paralizada a Ostapenko. La número siete del mundo se quedó sin respuesta ante el coraje de su rival y ya no consiguió reaccionar. Kontaveit confirmó su ventaja y un error con la derecha de Ostapenko le dio de forma definitiva la victoria por 6-3

Esta es la segunda ocasión en la que la estonia alcanza la cuarta ronda en un Grand Slam. La primera fue en el US Open 2015 y tres años después vuelve a repetir en Melbourne. Ahora será el turno de Carla Suárez, última representante española que queda viva en el cuadro, que tratará de frenar a Kontaveit y volver a pisar los cuartos de final del Open de Australia, como ya hiciera en 2009