Angelique Kerber, quien actualmente ocupa el puesto número 16 del ránking WTA, venía con un Abierto de Australia sin mayores complicaciones. Hasta aquí, todos sus partidos fueron accesibles, incluso ante María Sharapova, que no le puso mucha resistencia.

Sin embargo, la taiwanesa Su-Wei Hsieh fue su rival y le costó superarla. Tras dos horas y 11 minutos de partido, Kerber venció a la asiática por 4-6, 7-5 y 6-2. Para la alemana, el encuentro parecía sencillo en la previa y no le llevaría demasiado tiempo en cancha. El dato curioso es que Hsieh había eliminado a Garbiñe Muguruza y a Agnieszka Radwanska.

En el primer game del encuentro, la europea logró el quiebre para marcarle los límites a su adversaria. Hasta el 3-2 le mostró la supremacía, pero la oriunda de Kaohsiung logró romper el saque de Kerber para poner la paridad en el marcador. La teutona, que sacaba 4-5, no pudo sostener su juego de servicio y entregó la primera manga.

La segunda manga fue mucho más intensa y demasiado pareja. Hasta el 2-2, ninguna tuvo algún sobresalto frente a su rival. En el quinto juego, la taiwanesa salvó cuatro break points. Kerber había puesto el pie en el acelerador. La alemana quebró para ponerse 4-3 y saque, pero su rival lo recuperó instantáneamente. Sin embargo, en el úndecimo game, Angelique se quedó con el servicio de la taiwanesa y, con su saque niveló el partido a un set por lado.

El tercer episodio fue casi todo de Kerber. Hsieh no pudo hacer mucho ante el vendaval alemán, que arrasó con todo. Las dos se quebraron en los dos primeros juegos, pero la campeona del Abierto de Australia 2018 lo hizo dos veces más para tomar una diferencia de 4-1 en el marcador. Con el saque de la asiática, se generó dos match points, que no pudo capitalizar. No obstante, con su servicio, cerró el partido y se metió en los cuartos de final.

Su próximo partido será ante la estadounidense Madison Keys. La alemana esta arriba en el historial ya que ganó seis encuentros, ante uno de la norteamericana.