Nuevamente los problemas físicos hacen estragos en el andar de Rafael Nadal. El número uno del mundo se vio obligado a abandonar durante su partido de cuartos de final ante Marín Cilic, debido a una fuerte lesión en su pierna derecha. Al momento del retiro, Cilic estaba adelante en el marcador 3-6 6-3 6-7(5) 6-2 2-0. Para el español fue un revivir de la final de 2014, en la que jugó condicionado físicamente ante Wawrinka, así como el partido de cuartos de final de 2010 ante Murray, en el que ocurrió su primer abandono en Melbourne.

El infortunio de una nueva lesión aparece en el camino de Nadal en la víspera de repetirse una nueva final de clásico ante Roger Federer, con quien había protagonizado la definición del año pasado. Esta vez la pierna derecha frenó el desempeño del español, quien dijo basta ante tanto dolor.

En las acciones del partido, ambos protagonistas comenzaron con todo, buscando imponer su ritmo. El saque fue factor clave en el primer set, en el que Nadal apenas cedió cinco puntos con el primer servicio, salvó con un saque directo la única ocasión de ruptura en contra y generó en la devolución siete oportunidades de quiebre. Bastó solo una ruptura para que el español tomara la ventaja, sacara para ganar el parcial y concretara inmediatamente, ganando de forma consecutiva los últimos tres juegos del set. Además, Nadal generó un tiro ganador más que el propio Cilic (17 sobre 16), teniendo magistrales respuestas ante los ataques del croata.

El comienzo del segundo set tuvo sus similitudes con el anterior, con ambos manteniéndose en paridad gracias a buen desempeño con sus servicios. Nuevamente fue Nadal el que tomó la primera ruptura, en el quinto juego tras la doble falta cometida por Cilic. Sin embargo, el croata tuvo respuesta inmediata al romper el saque del español e iniciar una racha de cuatro juegos que lo llevó a nivelar la pizarra. A mediados de set los tiros de Nadal comenzaron a perder profundidad y ante un jugador como Cilic se paga caro, quien se mantuvo en ataque para volver a sumar 16 tiros ganadores en el set (nueve más que su rival). Mérito total del croata, quien además elevó su efectividad de primeros saques tras ese quinto juego, cediendo en el cierre de set apenas cuatro puntos con ese servicio.

Con la confianza en alto, Cilic entró con fuerza en el tercer set. Fue el parcial más parejo entre los protagonistas. Nadal afrontó tres situaciones de quiebre y las salvó todas, mientras que no logró capitalizar la única ocasión que tuvo a su favor (un punto para set en el noveno juego). El croata sumó ocho tiros ganadores más que los sets anteriores y 14 más que el español, logrando el objetivo de trabar el encuentro para encontrar la fórmula para tomar la delantera. Pese a ello, Nadal ganó el set en el tie break, un desempate en el que no se dieron tregua y que por lucha, trabajo y empeño se lo terminó llevando para colocarse nuevamente adelante en el marcador.

En el arranque del cuarto set, comenzó a disminuir la velocidad en las piernas del español. El número uno empezó a dar muestras de la molestia, mientras que el croata se mantenía firme en el ataque, generando múltiples ocasiones de quiebre y concretando un par de ellas para tomar la ventaja. La visita del fisioterapeuta tras completarse el quinto juego hizo un llamado de atención. Cilic dominaba la pizarra 4-1. Nadal salvó tres puntos de quiebre para evitar el 1-5 pero no pudo en el octavo juego, cuando el croata conectó una derecha paralela ganadora para cerrar el set.

Dos caras de la moneda dejó el cuarto set, el que fue el último que se jugó completo. Por el lado de Cilic, su tenis estaba en su máxima expresión, sumando tiros ganadores a placer y con la confianza plena. Mientras tanto, por el lado de Nadal, los signos de dolor eran cada vez más evidentes y sin opciones de encontrar fuerza y aliento para seguir la lucha. El quinto set fue el desplome. Nadal no podía correr, se esforzó para tratar de mantener su saque en el segundo juego, pero tras salvar cinco puntos de quiebre no pudo más. Llegó la retirada del español, quien se someterá a exámenes para conocer a fondo lo sucedido con la pierna derecha.

Entre tanto, Marín Cilic está de vuelta en las semifinales de Melbourne. El croata reaparece en estas rondas en el primer grande del año luego de ocho años, con la opción de buscar su segunda final de Grand Slam en sus últimas tres participaciones en estos torneos (fue finalista en Wimbledon), además persigue el sueño de conquistar su segundo título grande (ganó el Abierto de Estados Unidos en 2014).