Gael Monfils logró meterse en semifinales del ATP 250 de Buenos Aires, después de ganarle al argentino Leonardo Mayer y de calmar con su juego a todo el público presente. El francés se metió en el bolsillo a todo el Guillermo Vilas. El comienzo del partido fue de un buen manejo del servicio de ambos jugadores, Monfils obligaba a Mayer a sacar el segundo saque profundo ya que se metía dos pasos dentro de la cancha y ello lo llevo a cometer dobles faltas lo que hizo que el francés tenga su primer punto de quiebre, tras un intercambio de drops, el francés volvió a tener otro punto de quiebre, que con otra doble falta del argentino  se quedó con el quiebre.

Pero Mayer si estaba bien para las devoluciones y fue así que el “yacaré” le quebró en cero el servicio al francés. Desde ahí terminó el temporal, los dos fueron controlando su juego de saque y todo dependía que Mayer haga sus primeros saques y que el francés no se meta dentro de la cancha en el segundo, pero todo eso duró hasta que en el noveno juego  Gael lo obligó a Leo a hacer doble falta y quedarse nuevamente el saque del argentino. Tras quebrar el saque, Monfils necesito solamente meter el primer saque para terminar su obra de táctica y de genialidad en la tarde noche de Buenos Aires y quedarse con el primer set.

El comienzo del segundo encontró a Mayer mucho más agresivo, tratando de jugar más al fondo y eso le permitió que el argentino se adueñase del saque del francés y adelantarse 3-0. La clave seguía en el segundo saque del argentino, y de a poco se iba alejando en el resultado, ya que sostenía su servicio con el primero y fue así que Mayer se quedó con el segundo set por 6-3, mucho más jugado con profundidad logró quedarse con el segundo parcial ante un Monfils que prefirió irse al tercero y no trabajar tanto en el segundo.

En el tercero Monfils volvió a jugar a lo Monfils, mucho más claro, con mayor fluidez de los golpes y por ello presionando sobre el saque, generando ángulos se quedó rápidamente con el servicio del argentino. Y enamoró al tenis, porque jugo como se debía mantuvo su servicio fue determinante en los golpes y el francés se hizo argentino, se mezcló con la gente se soltó puso su magia en el juego y fue así que el crack galo se llevó el partido y el corazón de toda la cancha.